miércoles, 25 de noviembre de 2009

ISRAEL: MISTERIO Y REVELACION


Israel: Misterio y Revelación

por Dan Avraham


Capítulo I


BOSQUEJO HISTÓRICO


Origen Sobrenatural


La historia de Israel comenzó en el corazón de Di-s. Usando nuestro lenguaje limitado al tiempo y el espacio podríamos decir que antes de la creación misma, cuando el Señor decidió concebir Su plan para nosotros, Israel nació.

Esto significa que la creación de la nación de Israel no fue algo que se le ocurrió a Di-s en algún punto determinado de la historia de la humanidad, sino desde mucho, mucho antes.


En otras palabras, Israel responde a un programa divinamente ordenado previo a la fundación del mundo. Su manifestación concreta aparece en un momento determinado de la historia de la humanidad, pero el plan había sido concebido anticipadamente.

Así como el Mesías fue "destinado desde antes de la fundación del mundo", pero su manifestación concreta no ocurrió sino "en los postreros tiempos"1, así el pueblo de donde vendría el Mesías fue concebido desde el principio en el corazón de Di-s, pero su revelación histórica comienza a tener lugar en un momento determinado hace aproximadamente 4.000 años con el llamamiento de Avram y sus dos descendientes escogidos: Yisac y Yacov.


Así pues, Avram, Yisac y Yacov son los padres de la nación de Israel, el pueblo de Adonai.


La Vida de los Patriarcas

Tanto el Primer Libro de Moshe (Moisés) como los descubrimientos arqueológicos encontrados en la región de Mesopotamia, y que datan de la época de nuestros padres, nos muestran que fueron nómadas que se movían con sus familias y sus ganados hacia las tierras de los mejores pastos ubicados en una zona geográfica privilegiada del mundo: el fértil creciente.

La diferencia entre la vida de nuestros padres y la del resto de la familias también nómadas de su generación fue establecida por el hecho de que mientras los demás se movían en base a la dirección que le daban sus propias creencias, sus dioses y sus motivaciones personales, la de nuestros padres respondía a una dirección sobrenatural dada por YHVH que ellos creyeron, aceptaron y obedecieron al punto que este YHVH vino a ser su Di-s y ellos vinieron a ser los patriarcas de Su pueblo2.

De ahí que cuando hablamos de Di-s de Avraham, Yisac y Yacov estamos refiriéndonos a YHVH, el Señor, a diferencia del resto de las familias y ciudades-naciones circunvecinas que no creyeron, ni adoraron, ni reconocieron, ni obedecieron al Di-s de nuestros mayores.

Así pues, mientras las otras familias nómadas de la misma época se movían sin dirección divina, Avraham, Yisac y Yacov lo hicieron bajo la orientación de Aquél a quien habían reconocido como su Señor. Esto es lo que hace de su historia, precisamente, historia sagrada3. Moshe (Moisés) en su primer libro nos cuenta cómo Avram le creyó a Di-s y salió de Ur de los Caldeos sin saber exactamente hacia dónde iba, confiando únicamente en la promesa de una tierra que YHVH si Di-s le mostraría.

Las implicaciones teológicas, culturales y sociales de la salida de nuestro padre Avraham de Ur a Canaán son claves para entender la magnitud de fe que tuvo que tener para abandonar sus dioses, su politeísmo, su paganismo, su cultura gentil y sus posibilidades económicas en el centro más avanzado de su época para dirigirse hacia un lugar que no conocía, aceptar una fe que tampoco conocía y un destino que, para el momento de su salida, le era borroso e incierto.

Un rabino antiguo4 diría después que Avram se sostuvo "como viendo al invisible" y plenamente convencido en fe que YHVH sería poderoso para hacer "todo lo que había prometido".

Así pues cuando YHVH le dice a Avram "sal fuera de Ur" y Avram obedece, la creación de Israel como pueblo de Di-s comenzó a tomar forma histórica concreta.

Moshe también nos informa que en virtud de los hechos que habían tenido lugar con Agar y de las discrepancias levantadas entre ésta y Sharah (Sara) la esposa de Avram, YHVH le aseguró a nuestro padre que Yisac, el hijo de la promesa, sería el legítimo heredero de todo aquello que le fue dicho a nuestro padre (Gen. 15:1-5; 21:12).

Más tarde Yisac, cuando tuvo que pasar la promesa recibida de Avraham a uno se sus hijos, como YHVH había dicho antes del nacimiento de los dos muchachos, los acontecimientos le llevaron a entregarla a Yacov, el depositario según el Señor, de lo que había sido prometido a Avraham nuestro padre.

Moshe también nos cuenta que Yacov enfrentando una grande hambre que había venido a toda la cuenca del mediterráneo y en el anticipado conocimiento del Señor con los hechos ocurridos en uno de sus hijos Yoseph (José), fue guiado sobrenaturalmente a Egipto en donde se ubicó con sus doce hijos y sus familias en una región conocida como Gosén dónde, bajo el amparo de Yoseph quién para la época gozaba de una posición privilegiada en el gobierno Egipcio, el patriarca y sus hijos pudieron establecerse libremente y comenzar a multiplicarse rápidamente.

Debido a la muerte del Faraón amigo de Yoseph y los eventos internacionales que ocurrían en la zona para la época, la nueva dinastía Egipcia comenzó a considerar seriamente las implicaciones políticas que tendrían para el país la presencia de tantos "extranjeros hebreos" dentro de sus fronteras y consecuentemente las relaciones entre ambos pueblos comenzaron a enfriarse.

Todo parece indicar que Yoseph fue revelado de sus funciones y luego de la muerte de Yacov y de Yoseph y de aquella primera generación venida con ellos, los ahora muchos descendientes de Avraham, Yisac y Yacov por decreto gubernamental, fueron cambiados de condición y pasaron de extranjeros residentes legales, a exclavos.


El Exodo

Luego de casi cuatrocientos años de esclavitud, trabajos forzados, hambre, miseria, dolor y la muerte misma, pero milagrosamente sobreviviendo a las terribles condiciones de la esclavitud egipcia, llegando el cumplimiento del tiempo, YHVH mismo, cumpliendo las promesas dadas a los patriarcas, visitó a nuestro pueblo y levantó a Moshe (Moisés) como Su intermediario para que, con vara en mano y con gran poder, nuestro pueblo pudiera salir victoriosa y milagrosamente de la tierra de Egipto.

Así pues, el mismo Di-s quién llamó a Avram para que saliera de Ur, ahora llamaba a nuestro pueblo para que saliera de Egipto hacia la tierra que había prometido a nuestros padres y vinieran a ser constituidos de pueblo tribal en una nación, no al estilo de las otras naciones de la tierra, sino totalmente diferente, en una nación santa: la nación de Di-s5.

Como podemos imaginar, la salida de Egipto, las condiciones, circunstancias y manera en que esa salida ocurrió, dejaron una huella en la conciencia nacional de nuestra nación que es imposible de olvidar.

El hecho ha venido a ser realmente el punto histórico que marca el nacimiento de la nación de Israel. Así pues, lo que había venido gestándose en la matriz de la historia de Avraham, Yisac y Yacov, ahora se había convertido en una criatura lista para su alumbramiento.

Los dolores de la esclavitud eran síntomas del parto que se acercaba y la salida de Egipto constituyó pues el momento del nacimiento de la nación de Di-s. El líquido amniótico del Mar Rojo fue tocado y el camino quedó abierto para que surgiera del silencio y de las sombras, el grito de una criatura que comenzaba a respirar por sí misma para traer con ella la posibilidad de la realización de las promesas antiguas que habían sido dadas a los padres.

Israel había nacido, había llegado al mundo y ahora comenzaría el largo proceso del aprendizaje hasta que llegara a la madurez plena del propósito escondido en Di-s que determina su razón de ser y su destino eterno.

Tres meses después de la salida de los hijos de Israel de Egipto6, llegaron a Sinaí y allí YHVH confirmó con ellos el pacto que previamente había dado a los patriarcas y, a una voz, nuestro pueblo aceptó el compromiso de consagrarse solamente al Señor y de servir a los propósitos santos por los cuales había sido redimido de la esclavitud egipcia.

Entonces, como testimonio del Pacto, YHVH no dio la Torah en forma escrita, para que la fe que había conocido nuestros padres oralmente, ahora pudiera ser conservada y trasmitida apropiadamente para las generaciones venideras7.

Esta Torah comenzó a ser redactada por YHVH mismo en dos tablas de piedra8 que contenían los Diez Mandamientos o Instrucciones que el Señor estaba dando como parte de la herencia que viene rodando de Avraham, Yisac y Yacov.


El resto de las instrucciones de nuestro Di-s Moshe las copió después en un rollo que fue guardado celosamente por nuestro pueblo y que es nuestra constitución nacional.


Mientras los hijos de Israel estuvieron por el desierto, habitaron en cabañas o tiendas de campaña. El día que YHVH anunció a Moshe que descendería sobre el monte Sinaí en presencia de todos para darnos Sus instrucciones y mandamientos, todo nuestro pueblo, habiéndose preparado con anticipación y saliendo de sus tiendas, se dirigió en solemne congregación al lugar señalado para su encuentro con YHVH.

Como recordatorio de estos tres eventos: la salida de Egipto, la entrega de la Torah y nuestra supervivencia sobrenatural en tiendas de campaña, el Señor nuesto Di-s nos entregó sendos memoriales para que nunca nos olvidemos de Su amor y Su gracia al darnos, sin nosotros merecerlo, la libertad política, la constitución nacional y el poder para sobrevivir aún en las condiciones más extremas y difíciles.

Estos memoriales están contenidos dentro de tres grandes festivales: el de Pesach (Pascua) el de Shavuot (Pentecostés) y el de Sukkot (Tabernáculos). Así pue, cada año, en el tiempo establecido por nuestro Di-s, los israelitas y todos aquellos que voluntariamente han venido a refugiarse debajo de las alas del Di-s de Avraham, Yisac y Yacov, celebramos estas fiestas como testimonio de lo que YHVH hizo por nosotros y ha prometido consumar en nosotros como pueblo suyo y ovejas de su prado.

Sin embargo, no siempre Israel fue fiel al Señor. Hubieron momentos en que nuestros padres desobedecieron las instrucciones divinas y el Señor tuvo que disciplinarlos duramente para que aprendiéramos a andar en Sus caminos, obedecer Sus preceptos y estar en condiciones de cumplir Su propósito al contituirnos como nación suya.

Por lo tanto, de la misma manera que el padre que ama disciplina a su hijo, así nuestro pueblo ha tenido que ser disciplinado y corregido por nuestro Di-s.

En virtud de que Israel pecó contra el Señor con la creación de una adoración mezclada con paganismo agipcio al fundir un becerro de oro y pretender que podemos adorar al Señor según nuestros propios pensamientos y usando los símbolos y las creencias de las naciones paganas, el Señor se enojó contra nuestro pueblo e hizo grandes estragos entre nuestras familias9.

Más tarde, aún cuando las palabras de dos de nuestros líderes más importantes después de Moisés, Josué y Caleb, fueron dignas de fe, nuestro pueblo, pecando de nuevo contra nuestros Di-s, no dio crédito al mensaje del Señor y se llenaron de miedo contra los habitantes de Canaán.


Por lo tanto, el Señor se enojó otra vez contra nuestro pueblo y nos hizo regresar al desierto y así estuvimos viajando de un lado al otro por 40 años, hasta que toda aquella generación que no le creyó al Señor, fue reunida a sus padres.


La Conquista


Finalmente el Señor nos hizo entrar en la tierra prometida a Avraham, Yisac y Yacov lo cual hicimos bajo la dirección de Yoshua (Josué) el siervo de Moshe.

Pero la tierra prometida había que conquistarla. No fue fácil. Fueron muchos años de grandes batallas, derrotas, victorias, hasta que finalmente el Señor echó a los ocupantes de aquella tierra que se había revelado contra El y que habían llenado con sus prácticas paganas, la copa de la paciencia del Señor.

La entrada a la tierra de promisión tuvo lugar aproximadamente al comienzo del siglo 13 a.M.


Una vez tomada posesión de casi la totalidad de la herencia de la tierra que nos vino por medio de la promesa dada a Avraham, Israel pasó de ser un pueblo nómada a un pueblo sedentario y aunque la industria de la ganadería siempre se mantuvo, ahora las de la agricultura y el comercio fueron añadidas para comenzar a crear una infraestructura económica que sería la base material de la vida nacional de nuestro pueblo.


La Teocracia


A partir de la muerte de Yoshua y de la generación pionera que conquistó la tierra, por espacio de dos siglos, alternados por períodos de paz y de guerra, de obedencia y de desobedencia, de castigo divino y de visitación celestial, el Señor fue dando forma a la nación sacada de Egipto por medio de ciertos gobernantes que El mismo levantaba en momentos de crisis para dirigir al pueblo e ir formando su identidad nacional.



Este período de la historia de Israel es conocido como el de una teocracia, cuando nuestro Di-s mismo dirigía y protegía la nación que iba formando por medio de los sacerdotes y los gobernadores o jueces, la conciencia mesiánica que marcaba el destino y el propósito de Di-s en constituirnos como nacióndel pacto.

Como nuestro pueblo no comprendía todavía las grandes responsabilidades que había contraído con YHVH y subestimando el valor del sisitema teocrático que imperaba en la nación, bajo las amenazas de los enemigos fronterizos, especialmente de entre los Filisteos, los hijos de Israel pensaron que la mejor lanera de organizar la nación sería por medio del establecimiento de una monarquía y un ejército bien organizado que pudiera dirigir los destinos del pueblo y defender las conquistas establecidas.

Así que pudieron a Shamuel (Samuel) uno de sus gobernadores más capaces, que llevara a la nación de una organización tribal a una organización diferente.


La Monarquía

Las implicaciones espirituales de esta acción fueron muy serias pues tanto Shamuel como YHVH fueron consternados por el hecho de que el pueblo no entendía todavía su rol especial y su relación única con el Señor y la confianza que deberían tener en que el Señor sería su protector y su guardador mientras ellos procuraran hacer Su voluntad y agradarle en todo.


No obstante, después de consultar con YHVH, Shamuel hizo los preparativos para reorganizar la nación de un sistema teocrático a un sistema monárquico.


Shaúl



Nuestro primer rey fue Shaúl (Saúl) quién aproximadamente en el 1040 a.M. fue ungido por Shamuel. Shaúl es por lo tanto el enlace político entre el sistema teocrático y el monarquíco, y el punto de transición entre un sistema de organización tribal al de un sistema de organización absolutista.

Después de casi 30 años de gobierno, Shaúl no fue capaz de establecer el control israelita en la Tierra Prometida y debido a su temperamento y prejuicios militares, cayó en una serie de apostasías que le costaron el trono.

Sin embargo, el sucesor, David, logró establecer la monarquía recibida en todas sus fronteras y convirtió a Israel en una potencia militar y política de la época.

David pudo finalmente vencer a los filisteos y también desarrollar un programa de seguridad fronteriza que aseguró un período marcado por la paz, la abundancia y la prosperidad nacional.

Durante el tiempo de su reinado (1010-970 a.M.), David se las ingenió para unificar a todas las tribus de Israel de tal manera que el pueblo comenzó a pensar en términos de nación más que en términos de tribus aisladas.

Parte de su éxito se debió, no solamente a sus increíbles dotes de mando, sino también a su capacidad para ser sensible a la dirección de su Di-s aún en los momentos más oscuros y críticos de su vida como creyente. Inteligentemente constituyó a Jerusalén como la capital de Israel y esto propició que la unidad política de la nación fuera sin duda establecida.

De profunda efectividad espiritual, David no solamente estableció la nación sobre las bases seguras de una política apropiada, una economía sólida y un ejército bien entrenado pero, además, sobre el fundamento de la Toráh, hizo los preparativos para la construcción del Templo, la reorganización sacerdotal y levítica para la adoración, y la creación de inumerables instrumentos musicales con el mismo fin, en adición a las piezas litúrgicas que escribió y que todavía nos parecen salidas de sus manos cuando leemos sus salmos inspirados.


Salomón

A la muerte de David, su hijo Salomón ocupó el trono de Israel, por un período de casi 40 años, entre el 970-930 a.M.

Salomón añadió a la unidad política, social y económica de la nación, la religiosa. El templo que había soñado su padre, él lo contruyó después de muchos años de intenso trabajo y de grandes esfuerzos nacionales e internacionales.

Hombre amante de la paz, Salomón quiso asegurarse sus fronteras entrando en convenios foráneos por medio de la estrategia de matrimonios políticos que finalmente lo alejaron de su fe y de su Di-s y llevaron a la nación, de la cúspide de su gloria monoteísta, a la humillación de su vergüenza pagana, llenando a la propia Jerusalén y sus alrededores, de altares gentiles y de adoraciones onerosas que a la postre atrajeron el juicio de Di-s sobre una nación que no terminaba de comprender la razón profética de su creación y la función escatológica de su destino.


Tres libros de la TANAK son atribuidos a Salomón; el último, Eclesiastés, nos muestra su proceso de arrepentimiento y su restauración espiritual al proclamar sin rodeos que a fin de cuentas lo único que vale es Di-s y sus mandamientos (Eclesiastés 12:13).


Los Profetas

Desde el mismo nacimiento de la nación y más tarde de forma creciente, la profecía y el profeta ocuparon un lugar importante en el desarrollo de la vida nacional hebrea.

Los profetas fueron hombres inspirados, carismáticos, dotados del don de revelación y que actuaron en ocasiones como predicadores ambulantes, en ocasiones como sonsejeros reales y en la mayoría de las veces, como implacables críticos de un sistema que se olvidaba de la Torá y de las responsabilidades del Pacto con Adonai.

Prestos a condenar la injusticia no importando de dónde viniera y a proclamar los juicios más severos contra los violadores de la Alianza, también tuvieron un corazón repleto de ternura para recibir con los brazos abierto a los hijos que regresaban al Di-s de Israel que los había enviado.

Ellos fueron la conciencia espiritual y social de la nación, su alma misma, y sus mensajes, algunos de los cuales escribieron y se preservaron para nosotros en la TANAK, constituyendo la brújula nacional tanto en su expresión social como moral y teológica.


División de la Monarquía

Como habíamos dicho previamente, los últimos años de Salomón ben David se caracterizaron por serias dificultades espirituales que rayaban en la apostasía misma. Así pues, el juicio divino fue anunciado y los profetas se encargaron de proclamar la acción del Di-s de Israel contra lo que había sido denunciado como pecado y violación del Pacto.


No obstante, por amor a David, el Señor propuso el juicio hasta que Salomón llegara al final de sus días.

Esos días se caracterizaron por una profunda depresión no solamente de carácter religioso sino también económico, lo cual trajo una gran inflación y severas tarifas en los impuestos fiscales.

Por supuesto, el descontento popular no se hizo esperar y la llegada al trono de Roboam el heredero, no parecía nada segura, y menos cuando uno de los líderes naturales, recién regresado del exilio, en asamblea constitutiva, exige un programa de recortes presupuestales y de reducción de los impuestos para dar su voto al nuevo monarca.

Todo parecía indicar que habían tasas preferenciales ventajosas para el Sur donde estaban localizadas Judá, la familia real y Jerusalén la capital, e impuestos más altos para el Norte, que eran mayoría étnica.

Después de algunos días de deliberaciones, las decisiones de Roboam y su gabinete no solamente defraudaron las esperanzas del pueblo sino que además las desafiaron lo cual provocó una ruptura política que llevó la nación al borde mismo de una guerra civil y, a no ser la intervención divino, habría traído consecuencias totalmente imprevisibles para supervivencia.

En todo caso, la otrora gran unidad militar, política y religiosa que había dado cohesión y nacionalidad a los israelitas bajo sus primeros tres reyes, y que por los últimos varios años venía resquebrajándose, en un momento histórico único concluyó con la división más aguda jamás experimentada por Israel en todas sus memorias.

Diez tribus se separaron de Judá y de la Casa de David y solamente una, la de Benyamim, permaneció leal al trono davídico. Era el año 930 a.M. e Israel durmió esa noche convertido en dos naciones: El Reino del Sur y el Reino del Norte y nunca más se han vuelto a reunificar de nuevo como al principio.

El Reino del Norte, también conocido como Casa de Israel, situó su capital en Samaria, mientras el Reino del Sur, la Casa de Judá, continuó con su capital Jerusalén.

Los israelitas del Norte continuaron separados por espacio de unos 200 años y tuvieron en su trono a 19 reyes, mientras los israelitas del Sur, también con 19 monarcas, perduraron en su territorio por unos 350 años.

Mientras esto sucedía en Eretz Israel, en el campo internacional las potencias de Asiria y Babilonia comenzaban a erguirse. La primera destruyó el reino norteño y envió al exilio mundial, después de varias invasiones, a los israelitas de Samaria que quedó bajo el control asirio a partir del 725 a.M.

La segunda destruyó el reino sureño y envió al exilio babilónico, después de dos invasiones, a los israelitas de Judá quienes vieron con sus propios ojos como su gran capital, Jerusalén era destruida, quemada y reducida a escombros. Era el año 586 a.M.


El Exilio Asirio 725 a.M.

Este fue el Primer Exilio de Israel. Como vimos previamente, los asirios despojaron a los israelitas del Norte de su tierra y los que no fueron esparcidos hacia todos los puntos cardinales del mundo, fueron llevados a Asiria y obligados a casarse con asirios mientras que los asirios traídos a Samaria, emparentaron con los norteños que allí quedaban.

De esta manera, la Casa de Israel desapareció fisicamente de la tierra y el mensaje de los profetas se cumplió palabra por palabra, haciendo del Israel del Norte una verdadera "torta no volteada"11 zarandeada entre "todos los pueblos"12 como testimonio del juicio de Di-s sobre una nación que no se arrepintió de sus pecados, ni de sus fornicaciones, ni de su paganismo, ni de sus desobediencias.

Este exilio marcó el comienzo de la diáspora hebrea, en este caso iniciada por los israelitas norteños también conocidos como Casa de Israel.


El Exilio Babilónico 725 - 516 a.M.

Por su parte, la Casa de Judá que sobrevivió a la caída de Samaria, también fue destruida, pero por los babilonios quienes finalmente llevaron cautivo lo mejor del pueblo a partir del 586 a.M., es decir, unos 140 años después del exilio asirio. Las causas, sin embargo, fueron prácticamente las mismas: abandono de los caminos del Señor, desobediencia a la Torá y la aceptación de la idolatría.

Como podemos apreciar, éste de Babilonia, fue el Segundo Exilio de Israel; sin embargo, debido a su naturaleza, es decir, localizados geográficamente en un sólo punto cardinal y debido también a las condiciones impuestas que permitieron a los israelitas de Judá convivir unidos, las expectativas del regreso y la añoranza por Jerusalén, sumando al mensaje de esperanza de los profetas del exilio, mantuvo latente no solamente la identidad hebrea de los hijos de Judá que había sido perdida por los hijos de Israel en el Norte, pero también la idea del regreso.

Sus poetas lo expresaron muy bien cuando junto a los ríos de Babilonia exclamaban cada tarde:


Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos,
y aún llorábamos, acordándonos de Sión.
Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas.
Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que catásemos,
Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo:
Cantadnos algunos de los cánticos de Sión.
¿Cómo cantaremos cántico de Adonai en tierra de extraños?
Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra si destreza.
Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare;
Si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.

Salmo 137:1-6

Mientras los israelitas del Norte perdieron su sentido de nación y su identidad hebrea y quedaban esparcidos y aislados entre todas las naciones de la tierra, los del Sur pudieron mantener su identidad israelita y comenzaron a desarrollar su fe y su teología en las nuevas condiciones impuestas, sin Templo, sin sacrificios y sin tierra.

Como este segundo exilio estuvo conformado por lo que conocemos como la Casa de Judá, el exilio babilónico fue la cuna de lo que después conoceremos con el nombre oficial de Judaísmo.

Al mismo tiempo, la desaparición del Reino del Norte dejó solamente la tierra al del Sur, conocida geográficamente como Judá, y este hecho dio el nombre oficial a los que vendrían a ser, por un largo e indefinido tiempo, los representantes de toda la nación: los judíos.

Los judíos pues, esto es los israelitas del Sur, produjeron en Babilonia la identidad, la teología y la liturgia suficientes como para garantizar no solamente la supervivencia de la nación de Israel que ahora existía en ellos, pero también las bases ideológicas que mantuvieron vivas sus esperanzas nacionales y sus estructuras religiosas de tal manera que aquellas esperanzas pudieran de nuevo echar los cimientos de un regreso digno, sin las manchas de la idolatría y la desobediencia a la Torá.

La destrucción de Samaria primero, su exilio mundial posterior y la destrucción después de Jesrusalén y el Templo y el exilio babilónico que le siguió, se conocen en nuestra nación como la Historia del Primer Templo.


EL SEGUNDO TEMPLO

La gesta de nuestra nación, fraccionada en dos a partir de la división del reino en el 930 a.M., continúa su curso unilateral por medio de la supervivencia de los israelitas de Judá, es decir, los judíos.

Esta historia entra en un nuevo período después de su regreso del exilio babilónico a partir del 538 a.M. que permitió la construcción del Segundo Templo que da nombre precisamente a este nuevo período.

Con la desaparición del imperio babilónico en manos de los medos, Ciro el persa, nuevo monarca mundial, autoriza el regreso de los judíos a Eretz Israel.

Aproximadamente 50,000 lo hicieron de inmediato bajo la dirección de un heredero al trono de David, Zorobabel. La mayoría, sin embargo, establecida en Babilonia y gozando de libertades económicas y religiosas, prefirieron la seguridad que ofrecía el imperio a los riesgos de la reconstrucción nacional y por lo menos en este primer regreso, quedaron en el exilio.

Una generación después, otra ola de exiliados sureños regresa bajo el liderazgo de Esdras, el "escriba versado en la Torah" quién, uniéndose a la previamente establecida con Zorobabel, retoma los destinos de la nación de Israel y la representa debido a la ausencia de sus hermanos los israelitas norteños de los cuales nunca más se ha tenido noticia histórica precisa.

El establecimiento pues de ambos retornos en Eretz Israel marca la consolidación de las conquistas del primer grupo y bajo el amparo de nuestro Di-s por medio de la monarquía medo-persa, con el templo reconstruido sobre las ruinas del primero, una teocracia profética asumió la dirección nacional de la nación que comienza a tomar de nuevo su conciencia nacional y su unidad religiosa guiados por la Gran Asamblea y los profetas posteriores que le dieron sentido al pueblo, al frente de los cuales destacan hombres como Nehemías, Esdras, Hageo, Zacarías y Malaquías, entre otros.

Jerusalén ha resucitado, también el Templo, pero no la independencia nacional absoluta y los judíos sienten sobre sus hombros la necesidad e consolidar las esperanzas proféticas y las ansias mesiánicas que habían venido desarrollándose a lo largo de todos esos difíciles años a partir de la monarquía dividida.

Al paso del tiempo, los medo-persas fueron sustituidos por los griegos quienes controlaron el área por medio de los seléucidas (333-140 a.M.).

El Imperio Griego, que produjo la cultura helenista, a la muerte de Alejandro Magno se dividió en cuatro grandes secciones, dos de las cuales fueron las más importantes: los Ptolomeos al Sur y los Seléucidas al Norte.

Los últimos controlaron la tierra de los judíos, pero no a los judíos de la tierra, así que intentaron conquistarnos el corazón por la asimilación primero y por la imposición militar después.

En efecto, Antíoco Epífanes, el general sirio, ordenó la prohibición del Shabat y el resto de las festividades, profanó el Templo e impuso un sistema de adoración y un estilo de vida pagano que provocó la rebelión de los judíos a partir del año 166 a.M.

Dirigidos por Matatías de la familia Hasmonea, descendientes de Leví y más tarde por su hijo Judas el Macabeo, los judíos finalmente echaron a los sirios de la tierra, purificaron el Templo y restauraron la cultura hebrea (164 a.M.) en toda la nación. La fiesta de Hanukkah o Dedicación marca ese momento histórico.


Notas:

1 --> Esdras 7:6

2 --> Desde el punto de vista teológico, existe la diferencia entre "historia" e "histórico". (En inglés esto viene dado por los conceptos "Story" y "History", en alemán "Geschichte" y en francés "Histoire"). Desde el punto de vista de esta obra, cuando hablamos de Historia Sagrada en referencia a Israel, estamos pensando en algo más que en la simple exposición de eventos que tuvieron lugar (Historia); se trata de la interveción directa de Di-s en esos eventos y en la manera sobrenatural e inspirada cómo fueron preservados y comunicados a las generaciones posteriores (Historia Sagrada). Para una discusión más profunda del tema, sugerimos al lector la obra Will Herberg, "fasith Enacted as History: Essays in Biblical Theology", Filadelfia, Wesr-minster, 1976, especialmente a partir de la página 132 dónde el autor trata con cinco significados específicos del término.

3 --> Romanos 4:21
4 --> Exodo (Shemot) 19:1-6
5 --> Exodo (Shemot) 19:1

6 --> El Término hebreo Torah significa literalmente "instrucción" o "enseñanza" cuyo enfoque está en la manera como un hijo de Israel debe vivir y andar delante de Di-s. Estas instrucciones expresan la voluntad de Di-s para su pueblo y establecen la santidad o separación de lo secular y pecaminoso como el estilo de vida que el Señor desea para aquellos que han sido llamados a ser herederos del Reino. Debido a que se tradujo en la LXX como "nomos", cuando esta palabra griega vino a significar "ley", lo cual da la impresión de algo que oprime o esclaviza. Nada más lejos de la verdad. Torah nunca conlleva la idea de opresión, sino todo lo contrario, de protección y libertad, de seguridad y éxito, de orden y santidad. Por otro lado, el término que tiene diferentes significados, en su sentido primario indica las enseñanzas o instrucciones que YHVH dio a Israel por medio de Moisés conocidos también como Pentateuco. En esta obra, excepto que se indique de otra manera, Torah siempre tendrá como referencia los escritos de Moisés.

7 --> Según la tradición oral, se trataba de dos grandes piedras de zafiro, transparentes y que, a proyectarse en ellas las llamas del Sinaí, parecían de fuego. Considere Deuteronomio 33:2.

8 --> Exodo (Shemot) 31:18-35

9 --> Oseas 7:8

11 --> Amós 9:9

12 --> Esdras 7:6
por jajam Dan Avraham

martes, 17 de noviembre de 2009

ROSH JODESH KISLEV

Shalom a todos

Que este mes hebreo, que ya paso, halla sido de bendiciones para todos, que todo lo que pasamos en el, sea negativo o positivo, allá sido para edificar nuestras vidas, y que en este Rosh Jodesh, en este nuevo mes de Kislev que se inicia, este lleno de Brajot, fuerza y nuevos desafíos delante de ADONAI, y poner nuestras vidas como sacrificio, y ofrenda a través de Mashiaj Yahshua, para hacer su voluntad.
amen

Atte

Moreh Yosef
MINISTERIO BEITH YOSEF
Kehila Netzari E.M.Y.
hoy en la tarde, miercoles 18 de Noviembre 2009, es 1 de Kislev del 5770

jueves, 12 de noviembre de 2009

DISCIPULADO


NUESTRA VIDA COMO TALMIDIM DE YAHSHÙA



DISCIPULADO;


Texto: Mateo 28: 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, sumérjanlos en mi nombre (de Yahshua) 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Paréntesis del autor).

Como discípulo de Yahshúa, debemos entender primero que dentro del judaísmo, cuando uno es discípulo de algún Maestro, se mira como una relación de Padre a hijo, pues el discípulo o Talmid pasa a ser hijo de este. Así que nosotros pasamos a ser hijos del Padre de Yahshúa a través de él, pues las enseñanzas provienen del Padre. Yahshúa enseñó todo sobre el, y su misión como Mashíaj es enseñarnos a obedecer y volvernos a la Torah. El, Yahshúa provenía de él (Elohim), y es su representante. Además Yahshúa es la Torah viviente, y sus enseñanzas sobre la Torah deben estar por sobre cualquier doctrina, enseñanza, interpretación o compresión humana de la palabra de Yah., sobre todo libro e interpretación de las mismas, y en sentido general sobre la vida.

Si Yahshúa es nuestro gran maestro en Torah, Debemos reflejar sus enseñanzas en nuestras vidas, seguir su ejemplo de vida, como él es luz, nosotros también debemos serlo, de la forma que él caminó, así debemos caminar nosotros, pues a eso él nos llamo, para ser sus Talmidim (discípulos, representantes).
1.- YAHSHUA NO VINO A ABOLIR LA TORAH
El Mashíaj en el libro de Matityahu, nos enseña que la palabra de su Padre, es decir la revelación de la Torah, están vigentes para obedecerla, y esto no ha cambiado, cita:
Mateo 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley (anular la Torah) o los profetas (Tanak); no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley (Torah), hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamada en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Yahshúa nuestro Maestro sé sometió a la Torah, predicaba con hechos, integridad y autoridad al pueblo;
Mateo 7: 12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. (Torah y Neviim = Tanak).
2.- CELEBRO LAS FIESTAS DE ISRAEL:
Iojanán (Juan) 2: 23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la Pascua (Pésaj), muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.
Lucas 22: 1Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. (Pesaj y Jag ha Matzot).

Lucas 22: 14Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. 15Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!

Juan 7: 14 Mas a la mitad de la fiesta subió Yahshúa al Templo, y enseñaba. 15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? 16 Yahshúa les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. (Sukot: Fiesta de los tabernáculos o cabañas).

Juan 7: 37 En el último y gran día de la fiesta, Yahshúa se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. (Hoshanah Rabah).


3.- YAHSHUA VIVIO CONFORME A LAS COSTUMBRES DE SU PUEBLO

Guardo la Mizvah (mandamiento) de shabat y el congregarse en el.

Lucas 4: 16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de shabat entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Yeshayahu (Isaías); y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Adon está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Adón. 20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Mateo 4: 23 Y recorrió Yahshúa toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Mateo 13: 54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?

Marcos 1: 39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.

Esto quiere decir que Yahshúa estaba en las sinagogas en Shabat. Como cada Yehudi (judío), primero por que lo obedecía como tal, y porque en el se congregaba, así poder enseñar y exhortar la Torah en medio de su Pueblo.


4.- ACEPTO LAS BUENAS TRADICIONES DE SU PUEBLO


Iojanán (Juan) 10: 22 Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación (Januka). Era invierno, 23 y Yahshúa andaba en el templo por el pórtico de Salomón.

Esta fiesta tradicional, era la celebración de la victoria de los judíos (Yehudim) sobre la opresión griega.

El Judaísmo de Yahshúa :

Basado en el Amor;

Mateo 22: 37 Yahshúa le dijo: Amarás a Adonai tu Elohim con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (Tanak).

Mateo 5: 43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo (su halajá, guía, interpretación): Amad a vuestros enemigos, bendice a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre (YAHWEH) que está en los cielos.................... 48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Aquí vemos una clara referencia al amor, aunque aquí el amor es a un prójimo, y que en su sentido literal o peshat se puede referir a cualquier persona de su pueblo, pero si profundizamos mas en la Torah, esto se refiere a cualquier persona en particular, o en un sentido más amplio a cualquier individuo de las naciones. Vemos en las escrituras (Torah: ) que Elohim dio a través de Moshe rabenu las Mitzvot, e instrucciones sobre cómo tratar a los extranjeros que vivían entre nosotros y todo basado en el amor y el respeto, el cual es parte de la Torah. Cosa que la tradición no toma mucho en cuenta, excepto algunas ramas menos ortodoxas del judaísmo.
5. Una vida de entrega y sacrificio:

Mateo 4: 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

Mateo 17: 21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
Marcos 6: 46 Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar.
Lucas 6: 12 En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Elohim.
Lucas 9: 29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moshe y Eliyahu;

Devarim 6: 4 Oye, Israel: Adonai nuestro Elohim, Yah uno es. 5 Y amarás a YAH tu Elohim de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tu puerta.

Tehilim (Salmos) 92:1 Bueno es alabarte, oh Adonay, Y cantar salmos a tu nombre, Oh Altísimo; 2 Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche,


Yahshúa cumplía esta Mitzvah, que es la principal según nos enseñó él, amar a Elohim, y al prójimo como a uno mismo, él llevaba la Torah, hablaba de ella en el camino, y a donde fuera, a cada instante, la tenia en su corazón, cada día, cada mañana, cada noche, la Torah estaba en sus labios, como una forma de búsqueda, de alabanzas a su Padre Yahweh.

Hemos conocido a través del Brit Jadashá, algo de los aspectos del judaísmo de la época de Mashiaj Yahshúa , sabiendo que habían muchas escuelas de enseñanza de Torah en ese tiempo, y entre las mas conocidas y respetadas por su amor al goyin, de donde salió un gran sabio como Gamaliel, es la de Hillel, y la mas extrema la de Shamay, habiendo escuelas o Yeshivas de interpretación como la de los Saduceos, clase aristocrática a la cual pertenecían los Sacerdotes, y otras como la de los Fariseos, y Esenios, pero luego hubo otra que fue naciendo y creciendo rápidamente, ella tenia las enseñanzas de Rabenu Yahshúa ha Mashiaj, con un apego total a la Torah, a su verdadera y correcta interpretación de las escrituras, y las festividades, por la sobra profética que reflejaba Yahshúa. Ellos son los NETZARIM.

Vemos también que Iojanan (Juan) el bautista también tenia sus discípulos, y muchos de ellos fueron luego discípulos de Mashiaj.

Juan 1: 35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 36 Y mirando a Yahshúa que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Elohim. 37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Yahshua.
Lucas 7: 18 Los discípulos de Juan (Iojanan ha Matvil) le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos.
Lucas 11: 1 Aconteció que estaba Yahshúa orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Maestro, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
Aquí vemos como sus discípulos le piden a Yahshúa que les enseñe a orar, no por que no sabían, pues algunos habían sido discípulos de Juan, era por que cada maestro establecía algunas formas dentro del judaísmo dependiendo de las escuelas que lo predominaban, pero la fuente de Yahshúa era el amor y la Torah, pues enseño a sus discipulos que no ayunaran y oraran como los Fariseos. Pues su judaísmo era hipócrita, altanero, egoísta, poco integro, ético y sin amor, que había tomado las tradiciones de hombres por sobre la Torah de YAH.
Juan 8: 31 Dijo entonces Yahshúa a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Juan 10: 7 Volvió, pues, Yahshúa a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

A.- ¿Cómo quiere andar Ud.?
B.- A quién quiere seguir, de quién quiere ser discípulo.
C.- A qué yeshivah quiere pertenecer.
D.- A qué Maestro quiere dar a conocer a través de sus enseñanzas.
E.- Qué tipo de Judaísmo quiere seguir.
F.- Quiere seguir la tradición de hombres, o la Torah de YAH En Mashíaj.


1 Iojanan (Juan) 2: 5 pero el que guarda su palabra (de Yahshúa), en éste verdaderamente el amor de Elohim se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
Teniendo en cuenta toda esta evidencia, y por el amor, y celo que debemos tener por la Torah de YAH a través de Yahshúa, que nos ha dado, entonces entenderemos que esto es el camino correcto a seguir, y así demostrar que somos sus discípulos, siguiendo la Torah, sus enseñanzas, y caminado como el anduvo..



Atte.



Moreh Yosef Azeved

miércoles, 4 de noviembre de 2009

UN POCO DE HISTORIA...LA INQUISICION







Solemne acto de clebrado en Mexico en 1449
LOS CRIPTOJUDIOS Y LA INQUISICIÓN

Auto da Fe del 8 de diciembre de 1596.



Francisco Rodríguez, portugués, mozo soltero, natural de San Vicente de Abeorou en el reino de Portugal, por sospechoso y encubridor en la guarda y observancia de la Ley de Moisés y por fautor de herejes.
Cien azotes y destierro de México por dos años precisos.
Auto de Fe del 8 de diciembre de 1596 – Relajados en persona (Muerte en la hoguera).
Doña Francisca de Carvajal, viuda, mujer que fue de Francisco Rodríguez de Matos, natural de Benavente en los Reinos de Castilla, que fue quemada en estatua y huesos, de casta y generación de judíos, fue reconciliada por este Santo Oficio en año noventa por la guarda de la Ley de Moisés, relapsa en ella, impenitente ficta simulada, confitente, fue condenada a auto, coroza y hábito con insignias de fuego y relajada en persona y entregada a la justicia y brazo seglar y con confiscación de bienes.


Mezcla de ceremonia religiosa y festejo popular, los autos de fe eran el castigo público de los penitenciados por el tribunal de inquisición: aquello que el pueblo conocía de los “Archivos Secretos”: sumarios, procesos, y actuaciones de los condenados por el Santo Oficio. Los autos de fe, junto con los Estatutos de Limpieza de Sangre, la vigilancia a través de comisarios y familiares y la quema de libros, fueron algunos de los métodos que para combatir la herejía utilizó la Santa Inquisición.
José Ingenieros en su libro “La Evolución de las Ideas Argentinas”, señala un elemento decisivo en la constitución de la sociedad rioplatense: la abundante inmigración de judíos portugueses.


“En 1600 –dice- eran ya numerosos y fueron vanas las persecuciones intentadas por la autoridad civil y eclesiástica de Buenos Aires. Adquirirían la calidad de vecinos desposados con mozas de la ciudad y muy luego ocupaban posiciones de primera fila en el comercio o las estancias. A pesar de las dificultades opuestas por los españoles, un siglo después eran descendientes de judíos portugueses buena parte de la gente “gente principal”, según puede inferirse del análisis de los apellidos porteños de la época.

A través del estudio de documentación hallada relacionada fundamentalmente con el desarrollo de casos individuales, el presente trabajo intenta reconstruir un pedazo quizás desconocido – precisamente por la falta de testimonios – de la actuación de la Inquisición Española en América. Proyecta su foco de atención en la persecución que sufrieron los judíos españoles y portugueses, su venida a América, y el fenómeno del criptojudaísmo y su importancia en la genealogía de la sociedad americana.

Antecedentes Históricos

Dos etapas bien diferenciadas delimitan la historia del judaísmo español. Una es la convivencia pacífica de las tres religiones – cristiana, musulmana, mosaica – y la otra, la intolerancia religiosa con la implantación de la Inquisición y la expulsión de los judíos de la península.
La presencia de los sefardíes, sin embargo, es anterior a la Era Visigódica. Su existencia se adaptó a la política que emplearon los monarcas en los diversos reinos y en tiempos diferentes. Vivían en barrios separados llamados juderías o aljamas y desarrollaban la actividad de un pueblo industrioso: en su mayoría eran artesanos, pequeños comerciantes, otros cultivaban viñas y además algunas familias eran integrantes de la aristocracia vinculada a la Corte.

A partir del siglo XIV, siendo mayor su incorporación social, comienzan a producirse cambios, ya que aparecen tensiones, tanto en el orden religioso como en el político y social, que culminan con las persecuciones que estallan en el año 1391. Se producen verdaderas masacres en Castilla, Aragón, Navarra, y desaparecen importantes juderías como las de Barcelona y Mallorca.


Una de las consecuencias más significativas fue el surgimiento de un fenómeno socio-cultural muy particular, el criptojudaísmo. El terror llevó a los judíos a convertirse al catolicismo masivamente; como no eran sinceros, continuaban profesando en secreto su fe. Esta doble actitud hacia lo religioso produjo algunos cambios en lo social. Cambiados sus apellidos, los conversos accedieron a elevados cargos de carrera o eclesiásticos, o se enlazaron a través del matrimonio con altos linajes de la nobleza en Castilla y Aragón.

Pero estos cristianos nuevos, sospechosos de prácticas judías secretas, fueron despertando recelo y pronto fueron objeto de controles que junto a factores de orden político culminaron con la decisión de los Reyes Católicos de implantar la Inquisición, caracterizada por la intolerancia religiosa y la violencia de sus métodos.
El Consejo de la Suprema y General Inquisición extendió todo su poder por toda España y Portugal, con su secuela de procesos, persecuciones y castigos. Finalmente, en el año 1492, después de la toma de Granada, último baluarte de los moros, los Reyes Católicos firman el decreto de expulsión de todos los judíos que habitaban sus reinos. Ante la opción del destierro o la conversión, muchos partieron y otros permanecieron ; estos últimos – convertidos – se incorporaron a la sociedad española en todos los estratos sociales. Años más tarde, idéntica medida era tomada con los moros.
En cuanto a los métodos los tribunales del Santo Oficio, actuaban a través de una red de inquisidores, fiscales y funcionarios, engranajes de una perfecta organización de vigilancia. Aún a distancia, por medio de familiares y comisionarios el castigo llegaba a los herejes. Para instruir al pueblo se publicaban edictos que señalaban indicios que debían denunciarse de inmediato. Para reconocer la adhesión secreta al judaísmo fueron señalados 36 puntos, desde el cumplimiento de festividades y ayunos hasta los ritos con los difuntos. Los sumarios y procesos, las actuaciones y las sentencias, estaban sujetos al más absoluto secreto y era denominado por ellos “Archivos Secretos”. Sólo transcendían al pueblo los autos de fe.
La tortura fue empleada para obtener la confesión y el testimonio que involucrara a otros sospechosos.
Las penas iban desde azotes, vergüenza, destierro, galera, prisión, uso del sambenito, cárcel perpetua hasta muerte en la hoguera o estrangulamiento como “gracia” si se lograba la conversión a último momento. Los acusados privados de sus derechos de defensa y sometidos a juicios que se extendían largos años, soportaban el castigo de la confiscación de bienes, con lo cual la familia del mismo sólo esperaban el desamparo y la ruina total.

La introducción de los Estatutos de Limpieza de Sangre dividió a España en una lucha de clases. Por medio de estos estatutos debía demostrarse que no se descendía de judío, moro o penitenciado por la Inquisición, pero todos ellos formaban parte de esa sociedad. Se impusieron en la nobleza, órdenes militares y religiosas, colegios mayores, gremios, cofradías y todo modo de vida, de manera tal que los excluía de empleos, cargos, y posición social. Por medio de la censura y quema de extensos índices de obras y escritos, incluyendo Biblia en romance por considerarla herética, la vigilancia llegó a las bibliotecas privadas, las universidades y aduanas. Posteriormente la persecución de los temidos tribunales alcanzó a alumbrados, luteranos y protestantes, aumentando en tiempos de la Contrarreforma para declinar en el período borbónico. Superstición, brujería, magia, prácticas ocultas, también fueron consideradas herejías.
Sellos del Santo Oficio

Hebraístas, filósofos, intelectuales y humanistas sufrieron procesos o anatemas: entre los más destacados se encuentra el famosos y prolongado proceso contra Don Bartolomé de Carranza, arzobispo de Toledo, la censura a la obra de Santa Teresa y la persecución a Fray Luis de León y sus cinco años de encierro en la cárcel de Valladolid.
Desde su retiro en Brujas, ciudad de mercaderes conversos, Juan Luis Vives, cuya familia sufrió múltiples procesos, en la última carta a Erasmo dice: “Vivimos en tiempos difíciles, en los que no podemos hablar ni callar sin peligro...”


Los Christaos novos: Los Judíos huyen a Portugal.

Luego de la expulsión de España, los judíos se dispersaron en corrientes bien definidas. Una de ellas, la que se instaló en el Imperio Otomano y el Asia Menor, fue acogida con benevolencia. Otra, la asentada en Portugal, no corrió igual suerte. Más de treinta mil familias se refugiaron en el país lusitano, no sólo por su proximidad, sino también por las promesas de sus monarcas Don Juan II y Manuel; les ofrecían amparo y protección a su fe. Pero esos acuerdos no fueron respetados y los judíos fueron sometidos a conversiones forzosas.
A esta nueva expresión de criptojudaísmo se la llamó Christaos novos (cristianos nuevos). Marginados socialmente, se les impide abandonar Portugal y comienzan a desarrollar una doble vida, ejerciendo en secreto su antigua fe. Dado que la Inquisición se introdujo en Portugal cincuenta años más tarde que en España, esta tradición secreta se transmitió de padres a hijos. En muchos casos, los hijos de estos cristianos nuevos ingresaban al clero, como los de Manuel Pereira Coutinho, cuyas hijas eran monjas en el Convento de la Esperanza en Lisboa y sus hijos como judíos en Hamburgo, bajo el nombre de Avendaña.
Es importante destacar la influencia que los Christaos – novos tuvieron en el desarrollo mercantil- comercial de Portugal hasta las tierras de ultramar y el norte de Europa. Estos “hombres de negocios” tenían corresponsales comerciales en Flandes y otras regiones de Europa. Se movían en un mundo de intrigas, a lo cual la Inquisición no permanecía ajena, desviviéndose por conocer la secreta identidad de muchos de ellos.

Abraham Israel Suasso (1643-1693) de una famillia aristocratica de judios conversos y vueltos al judaismo, residente en Ansterdam
En el orden social, estas acaudaladas familias conversas portuguesas se emparentaron con otras de origen converso y español, y también con destacadas familias castellanas antiguas.
Ya establecida la Inquisición, las persecuciones del Santo Oficio provocaron la huída de los asentistas portugueses hacia Castilla, debido a las condiciones favorables del momento. El conde-duque de Olivares – que valoraba la influencia financiera de estos grupos- les dio protección. Pero su caída en 1643 provocó profundos cambios y los portugueses, acusados en us mayoría de judaizantes, fueron objeto de represalias por lo cual fueron obligados a huir hacia distintos puntos del mapa. En Turquía, Salónica y Holanda se conectaron con otros asentamientos criptojudíos de las zonas de Biarritz, Bayona, San Juan de Luz y Peyrehorade. También se establecieron en distintas partes de Europa y América; en un caso pudieron retornar abiertamente a su fe, en el otro las circunstancias no fueron tan favorables.

La Inquisición en América: Lima, México y Cartagena de Indias


Durante los dominios holandés e inglés en diversas islas y territorios americanos, protestantes y judios vivieron libremente; llegaron a Barbados, Curacao, Jamaica, Surinam,,, En tanto en los extensos territorios hispanosamericanos, los fugitivos se reencontraban con la presencia inquisicional que extendía su poder a través de los tres tribunales inquisitoriales que se instalaron para vigilancia y control de las Colonias en Lima, México ycartagena de Indias.
Al primer tribunal fundado en Lima por Real Cédula de Felipe II en 1570 le fue asignado como distrito sometido toda América del Sur. Y en 1610 se sumó éste y al de México, e de Cartagena de Indias que comprendía el reino de Nueva Granada, Tierra Firme, La Isla Española, las Islas del Barlovento, provincias dependientes de la Audiencia de Santo Domingo (El Arzobispado de esa ciudad y el de Santa Fe de Bogotá) y los obispados de Cartagena, Panamá, Santa María, Puerto Rico, Popayán, Venezuela y Santiago de Cuba.

La Inquisición actuó en América tan severamente como en Europa. Las Torturas, delaciones anónimas, las condenas sin derecho a defensa, los autos de fe de Lima y México y, los obsesivos procesos, reflejan uno de los períodos más dolorosos y desconocidos de a historia americana. Efectivamente, las actuaciones de la Inquisición fueron cuidadosamente ocultas y sólo a fines dl siglo pasado el historiador y el polígrafo chileno José Toribio Medina descubre los archivos en el Castillo de Simancas en España. De esos archivos, saqueados e incompleto, han desaparecido originales de autos de fe en Lima y se desconoce si su pérdida es total. Una de las principales dificultades en América es de orden genealógico, debido a que había personas con idéntico nombre y apellido o familias de las cuales algunos usaban el apellido materno y grupos de una misma familia o hermanos que portaban apellidos diferentes.

Cabe destacar, sin embargo, que en el Río de la Plata, La Inquisición tuvo un matiz diferencial en cuanto a la rigurosidad o intolerancia religiosa; fenómenos tales como el criptojudaísmo y la inmigración portuguesa son factores que influyeron, como se verá más adelante.
Las persecuciones desatadas por el Santo Oficio en Lima, conocidas con el nombre de la “Complicidad Grande”, en 1627, - que tuvo, además, un cariz político- logró apresar un importante número de criptojudíos portugueses que integraban un núcleo muy rico e importante, lo que acarreó graves daños al sector comercial de esa ciudad. Ejemplo de ello es el caso del acaudalado Manuel Bautista Pérez, comerciante esclavista dueño de minas de plata y conceptuado como un buen cristiano que educaba a sus hijos en esa religión, se lo conocía entre los criptojudíos con el nombre de “Capitán Grande”, por su gran fervor religioso. Con el fin de lograr su confesión fue sometido a torturas y hasta intentó poner fin a su vida en la prisión, sin lograrlo. Finalmente, condenado a la hoguera “oyó su sentencia con serenidad y majestad rogando al verdugo al tiempo de morir, que hiciese d oficio...” No menos trágica fue la suerte de Doña Mencia de Luna, de cuyo proceso se ha extraído el relato de la sesión de tortura, como ejemplo de la práctica habitual de los inquisidores.

A través de testimonio de otros casos individuales, se intentará reconstruir algunas de las características de la sociedad de la época y su accionar frente al poder inquisitorial.
Corría el año 1627. Francisco Maldonado de Silva era un médico tucumano residente en Chile. Su padre, Don Diego Núñez de Silva, uno de nuestros primeros médicos de la colonia – que ejercía su profesión en la provincia de Córdoba – había sido ya procesado junto a otro hijo suyo y cumplido ambos condena (habían sido acusados de judaísmo y admitidos a “reconciliación”, término para aquellos que habían sido descubiertos por primera vez prometían formalmente “enmendarse”). Don Diego que continuaba secretamente fiel a la fe judía, instruyó a su hijo Francisco desde muy joven en la misma, exigiéndole conservar el secreto ante su madre y hermanas. Francisco, casado con cristiana – vieja y padre de una niña, se transforma a través del Antiguo Testamento y otras lecturas en ferviente judío y cumple – en la medida que puede – con tradiciones, legando en ausencia de su esposa a practicarse la circuncisión por sí mismo. Pero al tratar de transmitir a sus hermanas la secreta fe, una de ellas, Felipe Maldonado, lo denuncia al Santo Oficio. Es entonces, apresado en secreto, confiscados sus bienes y trasladado a la cárcel de Valladolid.

Constan por escrito las palabras de su primera declaración. Negándose al juramento, con la mano sobre la cruz dice: “Yo soy judío, señor, y profeso la Ley de Moisés, y por ella he de vivir y he de morir. Y si he de jurar, juraré por Dios vivo que hizo el cielo y la tierra y es el Dios de Israel”. A pesar de los intentos de disuadirlo, Maldonado Silva – que se hizo llamar “Heli nazareo” – mantuvo inmodificable su actitud.
Después de doce años de encierro, aparece en el auto de fe a cumplir su pena de muerte en la hoguera. “Flaco – dice el documento – encanecido, con la barba y cabellos largos, con los libros que había escrito atados al cuello”. A las tres de la tarde un viento que se levanta con furia, agita y destruye el toldo del tablado preparado para la ceremonia. Maldonado eleva los ojos y exclama: “ Esto lo ha dispuesto Dios de Israel para verme cara a cara en el cielo...”. Un dato importante que revelaron los documentos de Maldonado fue la conexión de los criptojudíos americanos. El occiso había dado cartas a otros prisioneros con el fin de que fueran entregadas en la sinagoga de Roma.
La maquinaria inquisitorial – paciente y tenaz – atravesaba continentes y océanos en su persecución hasta encontrar a los herejes y a os familiares y sospechosos. Como el caso de la familia Henríquez.
El 30 de agosto de 1656, un navío arribaba al puerto de Callao en Perú. En él llegaban como prisioneros del Santo oficio el médico español Don Rodrigo Henríquez de Fonseca con su esposa Leonor Andrade, una hija de ambos de ocho meses y el hermano de Leonor, Don Luis de Rivero, quienes luego de una tormenta arribaron solamente con lo puesto siendo inmediatamente encerrados en las cárceles secretas de la Inquisición. Ignoraban que sus bienes, que creían perdidos en la tormenta – tres petacas cerradas, un baúl y un negro de su propiedad – habían sido confiscados por El Santo Oficio.

Los Henríquez eran consideradas personas de las “prohibidas” por su adhesión secreta al judaísmo. Las primeras denuncias provenían de Málaga, España, donde debido a ciertas palabras y actitudes, el doctor Henríquez despertó las sospechas que pusieron en marcha el proceso de seguimiento.
Hacía ya varios años que huellas de estos personajes se habían perdido, cuando la Inquisición de Lima recibe nuevos datos. En una carta del Consejo, fechada en 1655, se informa que el doctor Henríquez y su esposa habían llegado por Buenos Aires hasta Paraguay y Tucumán”. El 30 de Octubre de ese mismo año, se despacha el mandamiento de presión contra ambos y se ordena el secuestro de sus bienes. Nuevos informes agregan que, desde Tucumán se habían trasladado a Chile, donde un sacerdote los acompaña y se establecen en Santiago. Allí deciden cambiar sus nombres por los de Diego y Francisca de Sotelo; pero a pesar de eso son apresados, secustrados sus bienes y trasladados a Lima.

En una carta del 1° de septiembre de ese mismo año dirigida al Consejo de la Inquisición, el Inquisidor Alvaro de Ibarra testimonia que al matrimonio Henríquez de Fonseca y Luis de Rivero se encontraban ya en las cárceles y negaban la acusación de fidelidad a la fe judía. Pero la confesión no tarda en llegar. Poco después, Doña Leonor declara que sus familiares y además, Andrés de Fonseca y su esposa Isabel Henríquez y Luis Henríquez y su esposa, se encontraban presos en las cárceles de España por el mismo delito.
Don Luis de Rivero, por su parte, confiesa que toda su familia cumplía con os ritos y ceremonias propios de la Ley de Moisés. Al día siguiente, debía continuar con las declaraciones y ratificar contra su hermana (lo que significaba una segura y mortal sentencia para ella). Fue hallado muerto en su celda; una profunda herida surcaba la vena de su brazo izquierdo.
En una carta de 1660 los inquisidores informan que los acusados continuaban negando os cargos. Paralelamente comprueban la circuncisión del doctor Henríquez. En enero de 1661 someten a doña Leonor a la tortura del potro “obligándola a la primera vuelta a confesar lo que quisieron”. Un mes más tarde, ante la misma prueba, Henríquez resiste cuatro vueltas sin confesar. Al ser sometido a tormento, tiempo después, concluye confesando. En el auto de fe celebrado el 23 de enero de 1664 en la plaza de Acho, finalizan las atormentadas vidas de Don Rodrigo Henríquez de Fonseca y su esposa Doña Leonor de Andrade, siendo quemados en la hoguera.
Como tantos otros niños en la misma circunstancia o aún familias enteras, se desconoce la suerte corrida por la pequeña hija del matrimonio.
Los documentos hallados sobre las actuaciones en México permiten reconstruir la doble vida que llevaban los criptojudíos mexicanos.

La familia Carvajal llego a la Nueva España con Don Luis de carvajal el viejo, cuyas funciones de pacificador y gobernador de un extenso territorio fueron importantes históricamente. Salvo éste y su sobrino Fray Gaspar de Carvajal, toda esta familia era criptojudía. Don Luis de Carvajal el mozo, otro sobrino del gobernador, uno de os primeros místicos mexicanos, se destacaba por su fervor religioso, poesías y conocimiento de las sagradas escrituras. Se producen intrigas contra el gobernador, se desatan denuncias y en mayo de 1589 los funcionarios de Santo Oficio apresan a Don Luis de Carvajal el mozo, su madre y hermanas.
En a soledad de la prisión, una mañana Luis pudo ver a través de un orificio de la puerta a los inquisidores que llevaban a su madre a la cámara de tormento y sin poder moverse, lívido, oyó “aquel día de mayor amargura y aflicción que todos los pasados, los dolorosísimos gemidos de su querida madre cuando era atormentada.

También los reos encerrados en las prisiones secretas y privados de toda comunicación exterior eran sometidos a una sutil vigilancia. Un espía acompañó a Don Luis en su celda para ganarse su confianza. En las conversaciones mantenidas con el supuesto amigo, Luis fue implicando en sus confidencias a gran número de judíos secretos. Estos datos y el contenido de la autobiografía de Luis fueron entregados a los inquisidores, lo que comprometió a su familia y a los denunciados. Inútiles fueron los ruegos por su madre y sus hermanas, cuando Luis tuvo la certidumbre de la deslealtad.

El 8 de diciembre de 1596 cuando la Plaza Mayor de México hervía de gente y se lucía el tablado - los doseles de terciopelo negro, los almohadones, las alfombras, y las armas reales de seda y oro - se celebró uno de los más solemnes autos de fe. Una procesión de sesenta y ocho penitenciarios, entre los que se contaba Don Luis de Carvajal el mozo, la anciana Doña Francisca, sus hijas Doña Isabel Rodríguez de Andrade, Doña Catalina de León y de la Cueva y Doña Leonor de Carvajal, fueron condenados a muerte en la hoguera.

Seymour Liebman, autor de varios trabajos sobre la Inquisición en México, arroja luz sobre los subterráneos métodos de los "negados" para comunicarse y sobrevivir, y cómo aquellas costumbres son determinantes de algunos rasgos culturales actuales. El comerciante Alvarez de Arellano estaba encargado de encontrar posibles maridos para las jóvenes judías mexicanas, entre las comunidades de Pisa, Livorno, Ferrara y Amsterdan. Los lugares de entierro más comunes eran la Catedral, las Iglesias y el convento de Nuestra Señora del Carmen. En la zona de Yucatán algunos panaderos conservan aún hoy el hábito de arrojar al fuego un trozo de masa con la cual han de preparar el pan; ignoran que esa costumbre proviene del pasado en que familias criptojudías cumplían el precepto llamado "jala" por el cual se separa un trozo de pan en la bendición tradicional.

También desde México, muchos fugitivos llegaron nada menos que a las Islas Filipinas, que estando bajo la jurisdicción del Santo Oficio mexicano no se ocupó en los primeros tiempos de ellas. El principal motivo de atracción lo constituyó la intervención en empresas mercantiles, no sólo a través del comercio de especias, si no, en este caso, la posibilidad que ofrecía la proximidad de uno de los centros mercantiles más importantes del Sudeste de Asia que entregaba sedas, porcelanas o marfiles a cambio de la preciada plata novohispana.
Instalados y funcionando los dos primeros tribunales en Lima y México, las autoridades reclamaban insistentemente la instalación de un tercero para un mayor control.
El virrey Francisco de Toledo en una carta fechada en 1577 señalaba los inconvenientes que ocasionaban los traslados a raíz de las enormes distancias. Por su parte, el inquisidor Antonio Ordóñez, dos años después, expresaba la misma opinión solicitando el establecimiento de dos tribunales del Santo Oficio, en particular, para controlar la entrada de extranjeros y judaizantes señalando que "están todas las provincias muy pobladas y llenas de gente y a la opinión de ricas acuden todas las naciones y por esos puertos gran cantidad de extranjeros y portugueses, a los que creemos, los extranjeros inficionados de errores que hay en sus tierras y los portugueses que son todos judíos y como la gente va creciendo y los nacidos acá es gente fácil y ocasionada para novedades, tenemos alguna sospecha no venga a sembrarse en estas provincias alguna mala doctrina, que se podría temer por la libertad de la tierra".
Ya instalado el Tribunal en Cartagena de Indias, sus actuaciones fueron complementarias de las Lima.
Los detenidos en el proceso de la Complicidad Grande iban descubriendo en sus declaraciones arrancadas con torturas, a gran cantidad de conocidos o familiares residentes en diversos puntos. A raíz de las denuncias provenientes de Lima fue apresado Juan Rodríguez Mesa y muchos otros sospechosos acusados de adhesión al judaísmo.
Otro de los datos destacados y esclarecedores que aparece a través de este Tribunal es la causa seguida contra el precursor Francisco de Miranda. Las denuncias en su contra, el pedido de captura y su posterior huida muestran la faz política de las persecuciones; se trataba en este caso de las ideas de emancipación americana.
La Inquisición en el Río de la Plata

La Inquisición en el Río de la Plata - como ya lo anticipáramos - tuvo características diferentes a de los otros procesos de América. Dos hechos resultan importantes para realizar esté análisis. Uno es la importante inmigración de judíos portugueses y la otra el rescate de la genealogía como uno de los métodos para reconstruir el pasado, a causa de la escasez de información.
En la época de la instalación de los Tribunales en Lima, México y Cartagena de Indias, en los extensos territorios del Río de la Plata apenas si habían sido fundadas las ciudades de Mendoza, San Miguel de Tucumán y la Asunción. Buenos Aires, que no había sido fundada por segunda vez, era poco más que una aldea. Los pobladores estaban apartados unos de otros y era constante la amenaza de los indios.
¿Qué motivaciones podrían existir para instalar un tribunal inquisitorial en esta región? Según Marcel Bataillon “la Inquisición no vino a América a vigilar la pureza de la fe de los neófitos indios. La razón de ser de la Inquisición en el Nuevo Mundo fue con el permanente peligro del judaísmo, el riesgo que se enfriase o degradase la religión tradicional entre los pobladores españoles o europeos desgarrados de la vieja cristiandad.
En los finales del siglo XVI y durante todo XVII tuvo lugar la primera inmigración judía clandestina. Los judíos portugueses, huyendo desde Brasil, ingresaron al Río de la Plata a pesar de las prohibiciones. Lo hacían de diversas maneras: en las mismas naves en que llegaban los esclavos de los señores: protegidos por quienes realizaban excelentes negocios o con licencias falsificadas o directamente sin licencia como el caso extraído de la Revista del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas. "Don Bernabé González Filiano, nacido en la isla de Tenerife, acusado de ser pasajero que entró sin licencia de su Majestad y no tener ningún oficio, antes debe ser castigado por el delito que cometió y vuéltolo a embarcar en la costa. Pero al casarse con mujer castellana, vecina y descendiente de conquistadores (nieta de Irala) se le perdona pues las leyes lo protegen. Luego, fue condenado a destierro perpetuo. Este, no fue llevado a cabo, dado que figura con posteridad su testamento”.
Efectivamente, los portugueses de esas primeras infiltraciones se refugiaban en el interior de las provincias y formaban prolíficas familias. Contando a veces con la protección de los sacerdotes, que los asilaban en los conventos negándose a entregarlos a las autoridades, llegaban de noche hasta la prisión y desposaban a muchos de ellos con hijas de vecinos de la ciudad o bien ofrecían una fianza por estos detenidos hasta probar que no eran personas "prohibidas". Los portugueses, obtenida su libertad, huían internándose en Asunción, Corrientes o Santiago del Estero, donde contaban con la protección de sus compatriotas.
En crónicas y descripciones de la época aparecen los lusitanos ejerciendo oficios de boticarios, médicos y artesanos, la gran mayoría dedicados al comercio, con tal impulso que los castellanos se asociaban a ellos con el deseo de mayor progreso.
En ese sentido, la sociedad colonia adoptó medidas contradictorias: aún cuando uno de los objetivos del Consejo de Indias y la Casa de Contratación de Sevilla era evitar la introducción de extranjeros en el Río de la Plata, se acordaron licencias especiales a los portugueses en los años 1662 y 1669 cuya duración fue de varios años. Pellicer de Ossau, en su obra Comercio Impedido, destaca un documento de 1608 que afirma que "estos hombres de negocios aprovecharon muy bien la licencia y estaban asentados en gran cantidad en Sevilla, Cádiz, San Lúcar, Países Bajos y puertos alemanes." Y agrega que "los mismos se extendieron desde Brasil a la India Oriental, a La Habana, a Cartagena de Indias, a Portobelo, Charcas, Buenos Aires y puertos del Perú y Nueva España".
Varios documentos dan cuenta de estos sucesos. Vicente Fidel López transcribe un documento de 1664 en el cual el gobernador eleva una solicitud en nombre del vecindario pidiendo franquicias y solicitando que no se lleve adelante la expulsión de los vecinos portugueses en atención a la decadencia y pobreza en que se halla la colonia". Otro testimonio señala: "más como no sólo eran ricos sino que se habían casado y avecinado en la ciudad, la medida, aunque ruidosa al principio, quedó al fin, en mero aparato".
Es importante tener en cuenta para valorizar estos hechos que en tiempos coloniales portugués era sinónimo de judíoero la preocupación por el constante ingreso de estos extranjeros se reflejaba, especialmente en los funcionarios de los puertos que solicitaban la instalación de un Tribunal de la Inquisición en el mismo puerto del Río de la Plata. El licenciado Francisco de Trejo, en detallada carta al Santo Oficio en Lima, en 1620, señalaba: "Tenemos por cierto que ha de venir mucha gente huida, judíos de España y de Brasil... que cierto pide remedio la facilidad con que entran y salen judíos en este puerto sin que se pueda remediar; que como son todos portugueses, se encubren unos a otros".
Años después esta situación continuaba igual. El fiscal de Charcas, Don Sebastián de Alarcón, en una carta enviada al soberano en 1636, le manifestaba inconvenientes por el hecho que hubiese "tantos innumerables hebreos que han entrado y de nuevo entran por mayor crecimiento por aquellas partes".

Efectivamente, el Estatuto de Limpieza de Sangre que imponía que "ni judíos, ni moros, ni herejes, ni hijo o nieto de quemado, reconciliado o sambenitado podrá ingresar a las Indias", fue burlado, incluso a través de farsas de los expedientes de limpieza.
Un caso esclarecedor es el del proceso de Francisco de Antonio. "Y abló - se lee en el documento- el dicho hombre de dibersas cosas que en el discurso de su bida le abian sucedido en las yndias y en florencia avia comunicado a un portugues que era grande judío y muy rico y que se llamaba enriquillo, que en el tiempo que alla estubo sus cossas sino con el, y que para pasar a las yndias abia echo informaciones falsas de xpiano (cristiano) viejo, que en aquellas partes avia grandes judíos".

Otro documento que ayuda a elucidar la cuestión de la permisibilidad de la Inquisición en el Río de la Plata, se encuentra en los Archivos Sevillanos donde se dan detalles de uno de los primeros grupos de personas que se establecieron en esta región: Ia expedición de Ortiz de Zárate.
Luego de diversas dificultades, el explorador obtuvo "cédulas reales" cuyo requisito señalaban a cada pasajero "el no tener deudas, ser honesto, si casado dejar mujer e hijos en condiciones favorables" Es decir que la intención era seleccionar gente "noble, pacífica e industriosa" para formar una población de “hasta doscientos hombres y todos los que más de ello fuera posible casados y que lleven sus mujeres y procuren que los que fueren sea gente honrada, quieta y pacífica para que entre ellos se pueda proveer los oficios de la gobernación de la república y que asimismo haya labradores para la labor y beneficio de las tierras.”
Es importante remarcar que a estas personas - llegaron a destino unas 280 - se les relevaba de la licencia de información de limpieza de sangre que debían presentar a la Casa de Contratación. "Sin que a ninguno de ellos -afirma el documento- le pidáis ni demandéis información alguna. Esta expedición se transforma en pieza-clave de investigación, en relación al fenómeno de criptojudaísmo, que se introduce en nuestras tierras.
En lo concreto, el caso de la familia Leon Pinelo, hijos del converso portugués Diego López de Lisboa, es ilustrativo. Ni siquiera fueron molestados por la Inquisición a pesar que se conocía y había trascendido el origen judío de todos ellos. Por su parte la familia había tomado la precaución de evitar sospechas al ingresar por el puerto de Buenos Aires, mediante la compra de información de "cristianosviejos" a un tal Navarro.
Sin embargo, un incidente muy sugestivo, desató denuncias por sospechas de prácticas heréticas en la misma casa de Don Diego de Lisboa. A los funcionarios del Santo Oficio no pasó desapercibida la reunión de Don Diego y otros portugueses un jueves santo, en una habitación a puerta cerrada vigilada por un criado. Lo cierto es que no era noche propicia para el juego de naipes, pues seguramente se hallaban celebrando en secreto la festividad de la pascua judía, en general coincidente con la semana santa. Don Diego de Lisboa, posteriormente clérigo-presbítero y mayordomo del arzobispo Diego de Ugarte de Perú, debió soportar, a pesar de todo, las bromas del vulgo y los jóvenes que "voceaban y clamaban: venga el judío de Diego de Lisboa" o "eche V.S. ese judío de su casa..." Evidentemente la protección del prelado, como tantos otros casos, salvó a Don Diego y su familia de las garras de la Inquisición; lo demuestra el desarrollo que tuvieron sus hijos: Don Juan Rodríguez de León, el hijo mayor, fue canónigo de Puebla de Los Angeles, el segundo, el conocido Licenciado Antonio de León Pinelo se desempeñó como relator del Consejo de Indias y el tercero Don Diego de León Pinelo fue notable literato en Lima y también abogado de la Real Audiencia.
La integración de los portugueses a la sociedad porteña colonial fue intensa; se desempeñará como plateros, orfebres, artesanos y comerciantes. Entre los artesanos cabe destacar el caso del notable escultor Manuel de Coyto en cuyo taller se formaron otros artistas y él fue el creador de un Cristo de gran belleza que tallara entonces para la catedral de Buenos Aires. A pesar de ser condenado, por ciertas heréticas expresiones a cuatro años de prisión en Valdivia, Chile, es evidente que el afamado escultor logró eludir la pena, pues, continuó trabajando en su taller en la creación de una estatua de San Miguel, destinada al fuerte de Buenos Aires.
Debido al fenómeno del criptojudaísmo muchas familias se cambiaban los apellidos para ingresar en la "legalidad"; por ese motivo el estudio genealógico puede revelar hechos oscurecidos por la falta de información. En ese sentido uno de los procesos de fe más interesantes del siglo XVII es el del alférez Juan Rodríguez Estela, portugués que penitenciado en Lisboa y huyendo desde Brasil estaba afincado con su familia desde muchos años atrás en Buenos Aires. Ante la testificación procedente de España fue preso con secuestro de bienes en 1673, para luego de un viaje por Tucumán y Potosí ingresar a las cárceles secretas un año más tarde. Allí declara ser cristianonuevo por parte materna y paterna y bautizado en Lisboa, desempeñándose durante 20 años como Prefecto de la Compañía de Jesús de dicho Puerto. Presionado por los funcionarios del Santo Oficio y al no saber rezar las oraciones de la Iglesia "concluyó confesando que era judío de profesión y puestas las manos y con lágrimas pidió misericordia y que su padre le enseñó a judaizar y las ceremonias de la Ley de Moisés hasta edad de 15 años que salió de Lisboa y en cuanto pasó a Río Geneiro lo olvidó totalmente". No aparecen datos de lo que sucedió posteriormente con el alférez Estela, pero la aparición del testamento de su esposa aporta algunos valiosos elementos g gicos. En el testamento de Doña Catalina de Aguilar constan los bienes y la dote entregada en ocasión de su boda y los hijos habidos en el matrimonio: Juan Francisco Duarte Rodríguez Estela y Francisco Pérez de Burgos. Según el profesor Boleslao Lewin, Rodriguez Estela fue antepasado de Juan Martín de Pueyrredón.
Los grupos familiares que emigraron desde ciertas regiones de España en pleno siglo XVI despiertan la curiosidad de los genealogistas, quienes no aciertan en explicarse estas emigraciones. "Si bien no todos los enumerados -dicen- serían parientes entre sí, algunos sí lo fueron según hemos podido establecerlo y esto, además, de la circunstancia de provenir de determinadas zonas del mapa español, nos induce a considerar que se trataba de migraciones familiares estrechamente vinculadas con parientes radicados en el lejano Perú o Chile. Produciéndose el traslado una vez consolidado el afincamiento de quienes como cabeza de grupo habián ya asegurado la posibilidad de éxito a nuevos pobladores".
Puede presumiese que también se produjera el desplazamiento sin necesidad de llamado alguno del pariente ausente, radicado en Indias, sino también por invitación provocada por las noticias venidas del Nuevo Mundo, Prometedoras de un halagüeño porvenir.
Sea por una causa o la otra, "resulta extraño y no puede ser casual este afluir de personas de mismos apellidos, parientes entre sí, provenientes de una misma legión y a veces de un mismo lugar -ciudad, aldea, villorrio, villa- cuyos habitantes no debían ser numerosos a juzgar por la escasa intensidad de población en esos tiempos y cuando aún España no se había repuesto de la guerra de la Reconquista, cuyo término fue contemporáneo del Descubriento". La no debió haber sido hecha a tontas ni a 1ocas, sino organizada y dirigida.
El investigador Torre Revello en su obra "La Sociedad Colonial" responde de alguna manera a estos interrogantes. "Se advierte -dice- como desde los comienzos de la dominación española, los componentes de las expediciones destinadas al Río de la Plata, gozaron de un privilegio quizá destinado a favorecerlas, cual fue la no investigación de su pasado y familia y la eximición de nacionalidad”. “Por otro lado –explica Torre Revello- la venta de licencias para viajar e inclusosu falsificación fue otras de las puestas que utilizaron muchos desheredados para arribar a nuestras playas”.
Es decir que pese al flagelo de la persecución religiosa, los judíos de Portugal y España, arribaron a nuestras tierras por diferentes maneras y pasaron a formar parte activa de la sociedad de la época – debido, entre otras tantas cosas, a ciertas condiciones socioeconómicas diferenciales-. Además, introdujeron el criptojudaísmo como defensa ante el poder dictatorial que los perseguía y que impuso un estilo de comportamiento – la doble vida – que dejó huellas culturales que son posibles rastrear merced, fundamentalmente a los estudios genealógicos. Fuentes importantes de investigación son hoy: el Archivo General de la Nación en México, en Lima y en Chile la prisión del Santo Oficio y especialmente, los Fondos existentes en Archivo Histórico de Madrid, y la Biblioteca Nacional, España, y el archivo Torre da Tombo en Lisboa, Portugal, así también innumerables docuementos dispersos en Archivos de Europa, y archivos familiares privados. En el Río de la Plata – a falta de testimonios – se pueden buscar rastros, por ejemplo, en la comunidad “Israelita del Nuevo Pacto”, comunidad criptojudía que ha sobrevivido hasta nuestros días. Sus miembros son descendientes de aquellos perseguidos y conservan casi todas las tradiciones comunes a la fe judía, aunque en algunos ritos religiosos, se observa una marcada simbiosis judeocristiana; o también se vislumbra aquella otra realidad a través de los apellidos conversos que Jorge Luis Borges rescata en su poema:"
Arbanel, Farías o Pinedo, arrojado de España por impía persecución, conservan todavía la llave de una casa de Toledo...”



Tomado del proceso Perteneciente a “La Complicídad Grande”.
Lima, Septiembre de 1648

Se le dió tormento al marido, Y como se mantuvo negativo, se la condenó a ella a tortura.
"Indicios y sospechas contra Dña. Mencía de Luna, la debemos condenar y condenamos estar y persevere por tanto tiempo cuanto a nos bien visto fuere, para que en él diga la verdad de lo que está testificada y apressada, con protestación que le hacemos que si en el dicho tormento muriese o fuese lisiada o se siguiere efusión de sangre o mutilación de miembros, sea a su culpa y cargo y no a la nuestra, por no haber querido decir la verdad”.
Fué llevada a la cámara del tormento a las 9 de la mañana; Estando presentes los Inquisidores, y Ordinarios, y estando en la cámara, amonestada que diga la verdad. Dijo que no devía nada".
Mandada desnudar. Puesta en la cincha, atados los dedos de los pies, pies y espinillos un cordel, y los brazos y por los molledos para la mancuerda. Desnuda decía que no debía nada, y lo que dijera no sería válido, porque lo dirá del miedo del tormento. Atada y puesta en cincha fué amonestada que dixese la verdad. La primera vuelta de mancuerda. Dijo que no debía nada contra la fé. Fué mandado dar y apretar la primera vuelta, y estándosela apretando decía: judía soy, judía soy, yo lo diré, y no cesó de decirlo.
Suplicio en la hoguera de doña Mariana de Carvajal y de otras victimas
Preguntada como es judía, quién le enseñó, y de qué tiempo a esta parte.
"Dijo que Jorge de Silba le enseñó a ser judía y le mandó que ayunase el martes y que no comiese, y que su madre y su hermana son judías".
Preguntada como se llaman su madre y hermana, que dice que son judías.
"Dijo que su madre se llama Doña Isabel, y su hermana se llama Doña Mayor."
Preguntada como son judíos su madre y hermana.
"Dijo que lo que quisieran pongan ahí, y decía jesús que me muero, miren que me sale mucha sangre, porque tengo sangre judía." Amonestada que diga la verdad, donde no se mandará apretar la segunda vuelta.

"Dijo que ha de decir que no debe nada". Fuele mandado dar y apretar la segunda vuelta y estandosela apretando se quejaba diciendo: "ay, ay," y se estaba callando, y en este estado, que serían las diez de la mañana, se quedó desmayada; y se le echó un poco de agua; y aunque estuvo un rato de esta suerte, no bolbió en sí por lo cual los dichos inquisidores y ordinarios, dijo que suspendían, y suspendieron el dicho tormento, para repetirle cada y cuanto que les pareciese.
En la misma cámara del tormento y ya a las once,: "no bolbió en sí, antes estaba sin pulso alguno, los ojos quebrados, los labios de la boca cárdenos, el rrostro y pies fríos de todo punto, y aunque se le puso la luna de un espejo por tres veces encima del rostro, que tenía la dicha Doña Mencía de Luna, era al parecer de estar naturalmente muerta, de que doy fee. Que todas las señales de muerta eran según eran referidas, y el resto del cuerpo se le iba ensimismo enfriando, y el lado de] corazón no hacia movimiento alguno, aunque le puse la mano sobre él, estaba antes frío, según que todo pasó ante mí.
Joan Castillo Benavides.

Los inquisidores, sin embargo, no se dieron por satisfechos con ésto, sino que siguiendo la causa contra la memoria y fama de la víctima, el 14 de Enero de 1689, la votaban a ser relajada en estatua, con confiscación de bienes.


BIBLIOGRAFÍA

Revista TODO ES HISTORIA – Numero 216 Abril de 1985
ALCALA, Angel. Citado en el catálogo de la Exposición "La Inquisición" organizada por el Ministerio de Cultura. Palacio de Velázquez. Madrid. 1982.
ARCHIVO HISTORICO NACIONAL. Inquisición en Toledo. Madrid.
BATAILLON, Marcel. Prólogo a la Historia del Tribunal de la Inquisición de Lima (1569-1820) José Toribio Medina. Editorial Nascimento. Chile 1956. p.9.
CARAVAJAL EL MOZO, D o n L u i s d e.: Autobiografía. La Familia Caravajal. Alfonso Toro.