Descubierto el texto hebreo más antiguo
Un arqueólogo israelí de la Universidad Hebrea de Jerusalém, el Profesor Yossef Garfinkel, anunció el descubrimiento de lo que cree es la inscripción hebrea más antigua.
Dicha inscripción fue hallada en un trozo de cerámica (ostracon) y, trás los análisis realizados con Carbono-14, se estima que tiene una antigüedad de 3.000 años.
El hallazgo se produjó en una antigua zona fronteriza con el bíblico Reino de Judáh, en la fortaleza de Elah situada en la localidad de Khirbet Queiyafa (la actual ciudad de Bet Shemesh); a unos cuarenta kilómetros al suroeste de Jerusalem, muy cerca de la antigua ciudad de Gath, que en su día fue la capital del reino filisteo al que pertenecía Goliath.
El profesor Yossef Garfinkel está convencido de que la cronología y la geografía de la fortaleza hacen de ella un exclusivo punto de encuentro entre la historia, la historiografía y los orígenes más tempranos del Reino de Dawid. Nos encontramos -explica el experto- ante una de las más antiguas ciudades (fortificadas) de Judea descubiertas hasta ahora. Y su misma construcción presenta implicaciones sin precedentes para comprender este período histórico.
Se cree que dicha inscripción está realizada en escritura protocananea y que se remonta al período en que tuvo lugar la mítica batalla entre David y Goliath, en el siglo décimo A.C. trás las pruebas realizadas con Carbono-14 a otros restos arqueológicos hallados en el mismo estrato.
La importancia de esta pieza reside en que puede arrojar mayor conocimiento sobre las estructuras sociales y del gobierno israelí durante el período de juventud del Rey Dawid.
El ostracon es un fragmento cerámico, con una superficie de unos quince centímetros de largo por quince centímetros de ancho (sobre los que se solía escribir en la antigüedad, en este caso con tinta) y en su cara superior se pueden observar cinco líneas de texto desgastado por el tiempo y que están separadas por líneas de color negro.
Aunque el texto aún no ha sido totalmente descifrado, se afirma que incluye entre sus palabras las raíces de términos hebreos tales como "rey", "juez" y "esclavo". Sin embargo, otros expertos consultados dudan de la interpretación de Garfinkel y sugieren que es difícil concluir que el texto está escrito en hebreo y no en una lengua similar hablada en su momento en la región. Ello podría complicar las labores de identificación de la escritura para saber si realmente pertenece a la rama protocananea del hebreo o a otra distinta y aún desconocida.
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