Hechos 1:8 pero cuando el Ruaj ha kodesj (Espíritu de Santidad) venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra.



TRADUCTOR

viernes, 4 de septiembre de 2009

El Yeshúa Hebreo frente al Jesús Griego




¿Era Yeshúa Fariseo?Notas adicionales sobre El Yeshúa Hebreo frente al Jesús Griego

por Nehemia GordonTraducido por Daniel López

Una reciente reseña de mi libro, El Yeshúa Hebreo frente al Jesús Griego, insiste que Yeshúa de hecho respaldaba la autoridad "divina" de los fariseos que se sientan en la Cátedra de Moisés. Parte de la crítica consiste de ataques personales contra mí, a las cuales no les daré la importancia de responder. Una buena porción de la reseña me critica por no haber incluido la misma cantidad de detalles del libro dentro de un artículo que escribí. Esto es un absurdo, por supuesto, ya que uno no puede incluir todos los detalles de un libro entero en un corto artículo. Por eso es que en dicho artículo le dije a la gente que leyera mi libro, para conocer la historia completa. De cualquier manera, algunos de los comentarios de la reseña de hecho son puntos de sustancia, dignas de tratar.

Uno de los alegatos de la crítica es que Yeshúa defendió la Ley Oral de los Fariseos. Este es un argumento comúnmente adelantado por Mesiánicos que creen en la Ley Oral. El ejemplo que sigue es común entre ellos:
El ayunar en unas bodas

Yeshúa enseñó que está prohibido ayunar en presencia del novio. La Ley Oral supuestamente tiene la misma prohibición, mientras que no existe en la Torá. Según el argumento, por consiguiente, Yeshúa defendió la Ley Oral.
No estoy del todo seguro que esta ley realmente aparece en los escritos rabínicos tempranos. La fuente presentada por estos Mesiánicos de la Ley Oral es el Talmúd Babilónico Sukkah 25b. De hecho, lo que dice ese pasaje es así:

“Nuestros rabinos han enseñado así, El novio, y los shoshbins [=pajes del novio], y todos los huéspedes están libres de las obligaciones de oración y tefilin, pero están obligados a leer la Shemá" (Talmúd Babilónico, Sukkah 25b [Soncino])
Ese pasaje no dice nada sobre el luto o el ayuno en presencia del novio. Pero digamos por un momento que sí aparece en alguna parte de la Ley Oral. Aún así no tendría nada que ver con lo que dijo Yeshúa en Mat. 9:14-15. En Mateo 9:14, los discípulos de Juan le preguntan a Yeshúa por qué es que sus discípulos no practican el ayuno como lo hacían otros judíos de ese período. Yeshúa responde en el versículo 15:
“Yeshúa les dijo, ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entretanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado y entonces ayunarán.” (Mat 9:15 [RV60])
La respuesta de Yeshúa se vale de una metáfora basada en el sentido común. La metáfora compara a Yeshúa con un novio o esposo, y explica que mientras él esté con ellos, las bodas metafóricas se están celebrando. En el Israel de la antigüedad, el ayuno era algo que se practicaba como señal de tristeza, y obviamente uno no ayunaría para expresar tristeza durante una celebración. Esencialmente, lo que decía Yeshúa era que uno no debe llorar en una fiesta, uno sólo llora cuando se ha terminado la fiesta, y especialmente cuando el anfitrión de la fiesta ha muerto. Yeshúa les decía que cuando él falte se acabará la fiesta y sus discípulos tendrán razón de ayunar y estar de luto. Aparece un pensamiento parecido en Juan 16:20. ¿Acaso necesitaba Yeshúa la Ley Oral para que le dijera que uno no llora en una fiesta, ni está de luto al celebrar unas bodas?
Los que usan este argumento, y otros similares, como prueba de que Yeshúa defendía la Ley Oral, están esencialmente "legalizando" el uso de Yeshúa de las metáforas de sentido común y las actividades normales de cada día, para convertirlas en leyes farisaicas. Sería lo mismo si hipotéticamente uno dijera que: "Los fariseos requieren que uno se ponga zapatos, así que el hecho de que Yeshúa usaba zapatos comprueba que acataba la Ley Oral." ¿No será que él usaba zapatos porque sentía frío en los pies, o porque no le gustaba caminar por las piedras descalzo?
Reclinarse en la cena de la Pascua

Otro ejemplo de la misma clase está basada en Mateo 26:20 el cual informa así:
“Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce.”
El argumento adelantado aquí es que la palabra "se sentó," en griego anekeito, puede significar "reclinar." Ahora bien, la misma palabra griega también significa sencillamente "sentar," sin la implicación de reclinarse. La misma palabra aparece en Mateo 9:10, donde Yeshúa se sienta a comer con los cobradores de impuestos y de nuevo en Juan 12:2, donde dice que Lázaro era "uno de los que se sentaron" a cenar con Yeshúa "seis días antes de la Pascua. Además, el Mateo Hebreo contiene la palabra normal para "sentar" en Mateo 26:20. Pero digamos que Yeshúa de hecho reclinó. El argumento dice que la Ley Oral requiere que los que participan del Séder Pascual reclinen y que ya que Yeshúa reclinó en la "Ultima Cena," estaba obedeciendo la Ley Oral de los fariseos. Lo que no se menciona es que la costumbre de reclinarse en el Séder Pascual se remonta a los tiempos romanos, cuando los romanos se reclinaban sobre divanes especiales llamados "triclinia." En la cultura romana, el reclinarse sobre unos de dichos divanes era señal de que la persona era libre, mientras que los esclavos estaban obligados a sentarse en bancos. [1] El reclinar como señal de libertad de la esclavitud es evidentemente la idea detrás del mandato de la Ley Oral a reclinarse en la cena de la Pascua. En todo caso, ¿realmente comprobaría que Yeshúa guardaba la Ley Oral el hecho de que se sentó en un diván reclinable? ¿No será que sólo comprobaría que había divanes alrededor de la mesa?
El viaje de un día de Sábado

Un argumento muy interesante adelantado por los Mesiánicos de la Ley Oral está basado en el "camino de un día de reposo" mencionado en Hechos 1:12. La idea de "viaje de un día de Sábado" es que existe un límite a la distancia que uno puede andar fuera de su ciudad durante el Sábado. Supuestamente esta idea es también mencionada en Mateo 24:20. El argumento de los Mesiánicos de la Ley Oral es que este límite Sabatino sobre los viajes no origina en la Torá, mientras que sí se conoce de la Ley Oral; por lo tanto, Yeshúa y el libro de los Hechos confirman la verdad de la Ley Oral. Lo que los Mesiánicos de la Ley Oral no mencionan es que los Esenios, que se oponían con vehemencia al fariseísmo y rechazaban totalmente la idea de una Ley Oral, también tenían la idea de un viaje de un día de Sábado. Esto lo menciona específicamente uno de los documentos Esenios principales conocido por el nombre de Convenio de Damasco (conocido también con el nombre de Documento de Damasco) capítulo 10, versículo 21.
Esto nos hace preguntar: ¿Cómo es que tanto los esenios como los fariseos tenían el concepto de un límite a los viajes durante el Sábado? La fuente de este concepto no puede ser la Ley Oral, ya que los esenios no creían en la Ley Oral. Es más, la idea origina en la Torá, de Exodo capítulo 16. En ese pasaje, los israelitas recibieron el mandamiento de no recoger Maná el día Sábado. Los israelitas hicieron caso omiso de este mandamiento, y el Creador respondió prohibiéndoles salir siquiera a los campos donde se recogía el Maná. Esta prohibición aparece en Exodo 16:29:
“Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.”
Entonces, ¿qué significa que "nadie salga" de "su lugar?" En su contexto, los Israelitas salían de sus campamentos para recoger Maná de los campos circunvecinos. Así que, dentro de ese contexto, el salir de su lugar sería salir del campamento para entrar a los campos donde se podía recoger el Maná. Cuando los israelitas entraron a la tierra prometida, ya no estaban en campamentos, así que naturalmente esta prohibición se le aplicaría a salir de la ciudad de uno.
Debemos entender aquí que las ciudades de Israel antiguo tenían tres zonas:
1) la ciudad misma, 2) el MIGRASH o "potrero" (RV60: "ejido") fuera de las murallas de la ciudad, y finalmente 3) los campos agrícolas. Esta división en tres zonas distintas era un hecho de la vida del israelita antiguo, mencionado en Números 35:1-5. El propósito de la segunda zona, el migrash, es explicado en Josué 14:4. Es la zona donde viven los animales afuera de la cuidad. Aparentemente, tanto los fariseos como los esenios entendían que la prohibición de salir de su lugar se aplicaba únicamente a salir a los campos (zona 3) pero no a entrar al migrash (zona 2). De manera que la caminata fuera de la ciudad hasta el límite de la zona del migrash era la distancia máxima que uno podía caminar por fuera de la ciudad. ¡Este era el viaje de un día de Sábado!
¿Cómo fue que tanto los fariseos como los esenios llegaron a la conclusión que era permitido salir a la zona de migrash? ¡Por el sentido común! En el Israel de la antigüedad, no había sido inventada la cañería interna, y la gente tenía que salir hasta la zona de migrash para aliviarse. ¡El Creador no le prohibiría a la gente salir al excusado!
Nu 35:4 define al migrash perteneciente a los Levitas como de 1000 cúbitos. Difícilmente puede ser coincidencia que el Convenio de Damasco de los Esenios 10:21 define el límite del viaje de Sábado en 1000 cúbitos fuera de la ciudad. El siguiente versículo, Nu.35:5, define al migrash perteneciente a los israelitas en 2000 cúbitos fuera de la ciudad de uno. Hasta donde sabemos, todos los judíos de ese período creían en el concepto del viaje de un día de Sábado, el cual era el límite máximo que uno podía caminar por fuera de la ciudad, sin entrar a la zona prohibida del campo donde se realizaban las labores de agricultura. Así que, el hecho de que Yeshúa y los Hechos mencionan el viaje de un día de Sábado sólo comprueba que leyeron Exodo 16 y Números 35 de la misma manera que lo hacían otros judíos, y no porque fueran adherentes a la Ley Oral.Es importante enfatizar aquí uno de los conceptos mayores adelantados por los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral. El argumento que adelantan es que ya que Exodo 16 no menciona el migrash ni la longitud del límite del día Sábado, tenía que haber una Ley Oral para definirlos. Este es un malentendido de la idea de la Ley Oral Farisaica, la cual ellos alegan le fue revelada a Moisés en el Monte Sinaí.
Por otra parte, lo que los israelitas antiguos hacían al llegar a Exodo 16 era aplicar este mandamiento de la Torá a la vida contemporánea. Exodo 16 hablaba del desierto y del Maná, y ellos se preguntaban de qué manera se le aplicaría esto a los pueblos y los campos agrícolas. La Torá nos requiere que consideremos cómo se aplican sus mandamientos a las nuevas situaciones y circunstancias. Eso se tiene que hacer escudriñando las Escrituras conforme a su lenguaje y su contexto, y así tratar de derivar principios claros implícitos en los mandamientos, los cuales pueden ser aplicados a las nuevas circunstancias. Esto, sin embargo, ¡no es una Ley Oral! Esto es sencillamente vivir conforme a la Torá. La Ley Oral puede hacer algo similar, pero luego alega que las respuestas que consiguen son obligatorias porque le fueron reveladas a Moisés en el Monte Sinaí, o porque son promulgaciones rabínicas basadas en la supuesta autoridad divina del rabino. Es importante distinguir entre la interpretación y aplicación de la Torá y el depender de la autoridad y las tradiciones humanas. Esto último es "enseñar como doctrinas los mandamientos de hombres."
Los Sacrificios en Shabbat

Otro argumento de los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral está basado en la declaración de Yeshúa en Mateo 12:5:
“¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa?”
El argumento alega que en ninguna parte de la Torá dice que los sacerdotes son sin culpa por trabajar en el Templo, y que eso sólo lo dice la Ley Oral, donde dice que "el servicio del sacrificio supedita al Sábado" (Talmúd Babilónico, Sábado 132b). Que por tanto, Yeshúa fundamenta su declaración sobre la Ley Oral.
El problema de este argumento es que Yeshúa específicamente dice que ¡está basando su declaración en la Torá escrita! El comienza diciendo: "¿O no habéis leído en la Torá...?" En la época de Yeshúa, la Ley Oral aún se recitaba oralmente, y por lo tanto no podía ser "leída." Así que la "ley" referida por Yeshúa tiene que ser la Torá escrita. Así que "dónde está escrito en la Torá que los sacrificios se pueden ofrecer en Sábado? Lo dice explícitamente en Números 28:9-10.
28:9 "Mas el día de reposo, dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda, con su libación. (28:10) Es el holocausto de cada día de reposo, además del holocausto continuo y su libación.”
No sólo se les permite a los sacerdotes traer sacrificios en Shabbat, sino que se les ordena específicamente hacerlo. De hecho, si YHWH les dio mandamiento de traer sacrificios en Shabbat, entonces no es pecado hacerlo, y por tanto son sin culpa. Este es el significado claro de lo que dice la Torá escrita.
Bendecir antes de comer
Otra prueba que presentan los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral es que Yeshúa bendijo antes de comer. Esta costumbre no la manda la Torá, pero es requerida por la Ley Oral. Por tanto, Yeshúa debe haber aceptado la Ley Oral. El pasaje en cuestión es Mateo 14:19:
“Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud..”
La Ley Oral no puede reclamar monopolio sobre la idea de bendecir al Creador cuando uno se sienta a tomar una comida comunal. Vemos que Melquisedec bendijo así cuando le presentó pan y vino a Abraham en Génesis 14:18-20. Aquí también podemos señalar el hecho de que los esenios, que de manera vehemente rechazaban la Ley Oral Farisaica, también bendecían antes de compartir las comidas comunales (1QS 6:3-5). Así que, el hecho de que Yeshúa también bendecía antes de partir pan no comprueba de que fuera fariseo, al igual que el mismo acto tampoco es prueba de que los esenios o Melquisedec fueran fariseos.
Curar en Sábado
Otro argumento adelantado por los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral es que Yeshúa acataba la Ley Oral con la enseñanza de que era permitido curar durante el día Sábado. Ellos citan al Mishná, Sábado 22:5 como prueba de que la Ley Oral enseña que es permitido curar durante el Sábado, pero en realidad, ese pasaje de la Mishná no dice nada en absoluto relacionado con curar durante el día Sábado. Así que ¿qué era lo que creían los fariseos acerca de curar durante el día Sábado? La ley rabínica moderna permite toda y cualquier clase de curación durante el Sábado, pero la ley farisaica antigua tenía límites sobre lo que era permitido y lo que no era permitido durante el Sábado. Por ejemplo, el Mishná, Sábado 18:3 declara que se permite ayudarle a una mujer de parto durante el Sábado. Por otra parte, las leyes relacionadas con la curación de heridas son más complejas, y esto sólo se permite en determinadas circunstancias.
“Si uno manipula un absceso durante el Sábado, si es con el fin de hacerle un agujero, es reo (ha pecado); si es con el fin de sacarle la materia, está exento (de pecar).” (Talmúd Bablónico, Sábado 107a [Soncino])
Resulta realmente increíble que alguien alegase que Yeshúa se fundamentaba sobre la Ley Oral para la cuestión de curar. ¡De hecho, lo contrario es la verdad! Todo lo que se necesita es leer la historia en Lucas, para ver que los fariseos eran los que se oponían a la curación durante el Sábado.
“Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle.” (Lucas 6:7)
Está claro que lo que dice esto es que los fariseos querían pescar a Yeshúa curando el día Sábado, para que le pudieran acusar de violar el Sábado. Esto sólo tiene sentido si los fariseos de ese tiempo creían que estaba prohibido curar durante el Sábado (o al menos prohibido curar de la manera que Yeshúa lo estaba haciendo). Está claro que Yeshúa no estaba de acuerdo con los fariseos, y según Lucas 6:8, él curó a un hombre durante el Sábado, a pesar de que los fariseos estaban esperando que metiera la pata al hacer precisamente eso. Así que, lejos de comprobar con este incidente que Yeshúa era obediente a la Ley Oral Farisaica, ¡de hecho se trata de un claro ejemplo donde él se oponía a los fariseos y a su Ley Oral! ¡El hecho de que más tarde el judaísmo rabínico cambió de parecer y hoy día permite toda clase de curaciones durante el Sábado no puede servir de prueba de que Yeshúa fuese fariseo!
A propósito, como yo leo el Tanáj con el fin de encontrar los mandamientos del Creador, me pregunto ¿por qué sería prohibido curar durante el día Sábado? Aún cuando alguna clase de curación requiera alguna violación del Sábado (por ejemplo, encender un fuego), tenemos mandamiento en la Torá que específicamente nos prohibe quedarnos a un lado mientras alguno se encuentra en peligro mortal (Lev.19:16). Así que el curar durante el Sábado no sólo es permitido, sino que es requerido en todo momento por la Torá.
Inmundicia de los muertos

Otro argumento de los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral es que Yeshúa se basaba en la Ley Oral en Lucas 11:44. Según este argumento, Yeshúa se refería a la idea farisaica de "ensombrecer" a una tumba, ocasionando la inmundicia. Esta doctrina de la Ley Oral se refiere a la idea que si algún objeto cubre una tumba o un cadáver, todo el que estuviera bajo dicho objeto se hace ritualmente inmundo. Por ejemplo, si una parte de un árbol ensombrece una tumba, entonces cualquier persona que esté bajo cualquier porción del árbol resulta ritualmente inmunda por el muerto. El argumento continúa diciendo que ya que el concepto de ensombrecer no aparece en la Torá, Yeshúa tendría que derivar esa norma de la Ley Oral.
Existen varios problemas con dicho razonamiento. En primer lugar, se podría decir que la idea de "ensombrecer" es, de hecho, derivada de la Torá. Números 19:14, dice que si una persona muere en una tienda, todo el que entra a la tienda resulta inmundo por el muerto. El tratado de la Mishná dedicado al concepto de "ensombrecer" se llama Ohalot, que significa "tiendas" y en Hebreo, "ensombrecer" es tumat ohalot, lo cual se traduce literalmente: "la impureza de las tiendas." Por eso, no cabe duda de que la Ley Oral deriva el concepto de ensombrecer de Números 19:14, razonando que si uno resulta inmundo al estar bajo la misma tienda donde se encuentra el muerto, entonces el estar bajo cualquier cubierta (p.ej., un árbol) que cubra un cadáver también transmite impureza. Así que, aunque Yeshúa se refiriera a la idea de ensombrecer en Lucas 11:44, ese hecho no comprueba que él estuviera acatando la Ley Oral, sino sólo que interpretaba a Números 19:14 de cierto modo. Pero esto nos trae al segundo problema del argumento, a saber: ¡que Yeshúa no dice nada en absoluto tocante a ensombrecer en Lucas 11:44! Lo que sí dice es:
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.”
¡El citar este versículo como prueba de que Yeshúa creía en la Ley Oral y acataba la autoridad de los fariseos es una perversión de la razón! Pero aparte de eso, este versículo no menciona nada de "ensombrecer." De lo que sí se trata es de resultar ritualmente impuro por el muerto al tocar una tumba, algo declarado explícitamente en la Torá:“y cualquiera que tocare algún muerto a espada sobre la faz del campo, o algún cadáver, o hueso humano, o sepulcro, siete días será inmundo.” (Núm. 19:16)
Está claro que Yeshúa hablaba de tocar una tumba, y no de ensombrecer. A lo que se refiere Yeshúa es que la persona que anda sobre una tumba sin marca, tocándola con los pies, resulta inmunda por el muerto. Según Yeshúa, los fariseos son como tumbas sin marca, y la gente resulta contaminada al tener contacto con ellos, sin siquiera darse cuenta de lo que les está sucediendo. En términos modernos, Yeshúa está diciendo que los fariseos son como minas de tierra ocultas. Alguien anda por un lindo prado verde, pensando que es algo bello y apacible, y luego resulta muerto por los explosivos que se hallan debajo.
Oír al acusado

Uno de los argumentos más débiles de los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral está basado en Juan 7:51:
“¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?” (Juan 7:51)
El argumento es que: el derecho del acusado de hablar viene de la Ley Oral y no de la Torá escrita (pero véase Exodo: 22:10; Deut.19:17-18). Este argumento falla desde el principio, porque las palabras de Juan 7:51 son las de Nicodemo, del cual Juan 3:1 nos especifica que es fariseo, y en el contexto éste le habla a un grupo de fariseos. Por lo cual, decir que Juan 7:51 es prueba a favor de la Ley Oral es un argumento circular. ¡¿Acaso la prueba para la Ley Oral es que un fariseo que cree en la Ley Oral se refiere a la Ley Oral cuando le habla a otros fariseos?!
Lavamiento de manos

Otro argumento débil de los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral es que, aunque Yeshúa les advirtió a sus discípulos que no siguieran la promulgación farisaica de lavarse las manos antes de comer (Mateo 15), lo hicieron de todas maneras. La prueba de que los discípulos de Yeshúa se lavaban las manos antes de comer es Santiago 4:8:
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.”
El argumento es que, aunque Santiago usa una metáfora en este versículo, la metáfora sólo tendría sentido si los discípulos normalmente participaran del ritual del lavamiento de manos. Uno de los que discutieron esto conmigo comentó en broma que fundamentándose en la misma lógica, Poncio Pilato también debe haber practicado el ritual fariseo del lavamiento de manos, ya que en Mateo 27:24 él simbólicamente se lavó las manos ante la multitud, para mostrarles que estaba sin culpa. Lo que esto realmente comprueba es que hasta un romano pagano, que no sabe nada de la Torá, oral o escrita, sabe que lavarse las manos representa la inocencia y la pureza de acción. Esta es otra metáfora de sentido común, basada en la experiencia humana. Hasta el rey Filisteo Abimelec utilizó esta metáfora en Génesis 20:5 para expresar su inocencia. La clave en esto es que el lavamiento de manos cuando están físicamente sucias es un acto hecho en cada cultura del mundo. Esto difiere totalmente del ritual farisaico del lavamiento de manos, que se deriva del concepto farisaico de impureza de manos. Los primeros fariseos creían que si una persona tocaba alimentos con manos ritualmente impuras, el alimento resultaba ritualmente inmundo y por consiguiente no era apto para el consumo. Esta es una doctrina sin base alguna en la Torá escrita, y es la razón por la cual Yeshúa se oponía a ella en Mateo 15.
La reciente reseña de mi libro presenta una larga lista de ejemplos en los cuales Yeshúa hizo algo o predicó algo de lo que también es mencionado en la Ley Oral. Como ya hemos visto, esto no comprueba que Yeshúa acataba la Ley Oral, sin sólo que leía la Torá (el viaje del Sábado) y que tenía sentido común (no llores en una fiesta de bodas).
La reseña también menciona la lectura tan única del Mateo Hebreo de Shem-Tob 23:3, la cual difiere del Mateo Griego. En el griego, Jesús le ordena a sus discípulos obedecer a los fariseos, "todo lo que os digan," mientras que en hebreo les ordena obedecer a Moisés, "todo lo que él [Moisés] os diga." La crítica de mi libro señala que la lectura de "él dice" sólo aparece en algunos de los manuscritos de Shem-Tob, mientras que otros tienen "ellos dicen." De hecho, mencioné esto en mi libro y expliqué que algunos de los manuscritos de Shem-Tob habían sido "asimilados" para reflejar el griego. Lo que sucedió fue que algunos copistas del Mateo Hebreo de Shem-Tob estaban familiarizados con la versión griega de Mateo, y pensaron que estaban "corrigiendo" el hebreo al adaptarlo al griego. Las porciones más fidedignas del Mateo Hebreo de Shem-Tob son las que difieren del griego, mientras que las que son idénticas al griego pueden ser sencillamente las que fueron asimiladas al griego. Como lo menciono en mi libro, este proceso de "asimilación" al griego fue descubierto por George Howard hace casi veinte años.

La reseña de mi libro menciona además, que las versiones de Munster y Du Tillet del Mateo Hebreo también concuerdan con el griego, al igual que lo hacen todos los manuscritos griegos y las versiones sirias y arameas. Por lo que yo he visto hasta la fecha, me parece que las versiones de Munster y Du Tillet son simplemente traducciones del griego o el latín. A propósito, Munster y Du Tillet no son "manuscritos" como alega la reseña. Son libros impresos hechos por sacerdotes católicos que afirman que sus libros se fundamentan en manuscritos confiscados de judíos por la inquisición. No se conoce manuscritos originales que hubieran sobrevivido. La versión Munster es especialmente problemática, porque el sacerdote católico que lo imprimió explica que le faltaba algunas porciones, laS cuales tradujo él mismo del latín. No nos dice, sin embargo, específicamente cuáles porciones vienen del manuscrito judío ni cuántas porciones son de su propia traducción. La importancia de las versiones de Mateo de Munster y Tillet es que son buenos ejemplos de cómo serían si fueran traducidas del griego o el latín; y las importantes diferencias entre estas dos versiones y el Mateo Hebreo de Shem-Tob sirven apenas para confirmar la importancia del Mateo Hebreo de Shem-Tob como testigo del Evangelio Hebreo escrito por el mismo Mateo. Sobre las versiones arameas de Mateo comentaré en un futuro libro acerca de la cuestión aramea.

Otra objeción que ha sido levantada en contra de la lectura de "él dice" en Mateo 23:3 es que si Yeshúa estuviese hablando de Moisés, hubiera dicho "él dijo" en tiempo pasado, ya que es obvio que Moisés ya estaba muerto. Además, se adelanta el argumento de que la palabra hebrea traducida por mí "él dice" es "yomar", la cual es "futuro" y por tanto debe ser traducida "él dirá." Que este "él dirá" no puede ser Moisés, por la misma razón: Moisés está muerto. El problema con esta explicación es que "yomar" es una forma "futura," también llamada "imperfecta," y en hebreo esta forma frecuentemente tiene el significado de "acción continua." Por ejemplo, cuando el Creador dice de sí mismo Ehyeh asher Ehyeh (Exodo 3:14) esto debe ser traducido debidamente: "Yo soy lo que soy" (no "Yo seré lo que seré"). El "Yo soy" es expresado con esta forma "imperfecta," que significa "Yo soy de manera continua lo que soy." La palabra "yomar" en el hebreo bíblico tiene el sentido de "él dice," lo cual se refiere a una acción continua. Los mandamientos de Moisés son recibidas de manera continua, cada vez que una persona lee la Torá. A propósito, la misma palabra y forma exacta (yomar "él dice") aparece también en el tiempo futuro/imperfecto en Génesis 31:8, y ahí generalmente es traducida "él dijo," refiriéndose al pasado y hablando de Laban. Así que, si alguno insistiese en traducir "él dijo," no sería lingüísticamente incorrecto. Sin embargo, la idea tanto de Génesis 31:8 y de Mateo Hebreo 23:3 es una acción continua (Laban continuamente cambiaba el negocio al decir cosas diferentes).
Es importante señalar que la lectura de Mateo 23:3, donde Yeshúa le instruye a sus discípulos que hagan "todo lo que él [Moisés] os diga" no existe en un vacío. La segunda mitad de Mateo 23:3, donde Yeshúa les advierte a sus discípulos que no hicieran según las Takanot, las leyes y los decretos humanos de los fariseos, confirma esta lectura al principio del versículo. Esta lectura es también confirmada por Mateo Hebreo 15 y Mateo Hebreo 23:16.
En resumidas cuentas, el asunto es ¿qué tiene más sentido?, ¿que Yeshúa les mandó a sus discípulos obedecer a Moisés, o que Yeshúa reconocía que los fariseos tenían alguna autoridad divina de Moisés, y les ordenó a sus discípulos obedecerles? A la final, esta es una decisión que los que creen en Yeshúa deben tomar por sí mismos. Deben decidir si creen en Jesús el Fariseo, que aparentemente es presentado por el Mateo Griego 23:3, o si creen en Yeshúa el Guardador de la Torá, que les advierte a sus discípulos en contra de la religión de los fariseos, fraguada por los hombres, como lo conserva el Mateo Hebreo 23:3, Mateo Hebreo 15, e inclusive Mateo Griego 15.

Para informarse más, lea el estudio completo: "El Yeshúa Hebreo frente al Jesús Griego." Pídalo aquí: http://www.YeshuaHebreo.com/

[1] “El comer sentado era apto sólo para niños, que se sentaban en bancos, o para esclavos, que recibían permiso para reclinar como sus amos únicamente en días de fiesta."



Buscando las Raíces Hebreas:Fariseísmo o Judaísmo Bíblico?
por Nehemia Gordon

En Mateo 15, los discípulos se sentaron a comer pan sin lavarse las manos conforme a la antigua tradición judía. Al ver esto, los fariseos se dirigieron a Yeshúa con una acusación: "¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan." (v.2). Yeshua respondió: "¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?" (v.3).
Cuando la mayoría de los "cristianos evangélicos" leen esto, se convencen de que Jesús les está libertando de las "ataduras" de la Toráh. Que el antiguo convenio requería un ritual de lavamiento de manos antes de comer, pero que Jesús vino y libertó a los cristianos de este ritual.
¿Será que Yeshúa realmente anuló la Toráh en Mateo 15? ¿O al menos determinadas partes rituales de la Torá? ¿Cómo podría ser esto, si Yeshúa mismo dijo: "No penséis que he venido a destruir la ley... hasta que el cielo y la tierra pasen, ni una jota ni una tilde pasará de la ley." (Mateo 5:17-18)
Si Yeshúa no vino a abrogar ni una jota ni una tilde de la Ley, ¿por qué defendió a sus discípulos cuando comieron sin lavarse las manos? Antes de poder contestar esta pregunta, debemos determinar dónde la Toráh nos ordena lavarnos las manos antes de comer. ¡En realidad no existe tal mandamiento en la Toráh! Esto es sorprendente, porque cuando los judíos ortodoxos se lavan las manos antes de comer, rezan la bendición: "Bendito eres tú, Señor, rey del universo, que nos ... has mandado lavarnos las manos."
¿Por qué sería que los judíos ortodoxos en todo el mundo y en toda la historia bendicen a Dios por mandarles que se laven las manos, cuando no se encuentra tal mandamiento en la Toráh? A mí me criaron como judío ortodoxo devoto, y esta es una de las preguntas que yo le hacía a mis rabinos ortodoxos mientras crecía. Mis rabinos me explicaban que la obligación del lavamiento
de manos es una "promulgación" instituida por los Rabinos hace más de 2000 años. Me explicaron, además, que la "Toráh Oral" manda obedecer a los rabinos y que al obedecer a los rabinos, indirectamente estamos obedeciendo a Dios. Así que la bendición que Dios nos mandó lavar las manos es en realidad una declaración de nuestra obediencia a la autoridad divina de los rabinos para promulgar nuevos mandamientos.

Al que no esté familiarizado con el judaísmo ortodoxo, esto puede parecer increíble. Pero la clave para entender esto es el concepto antiguo de los fariseos: la "Toráh Oral." Los judíos ortodoxos creen que durante los 40 días y 40 noches que Moisés estaba sobre el Monte Sinai, Dios le entregó una segunda Toráh, la cual fue trasmitida oralmente. La creencia en esta Toráh Oral (también llamada "Ley Oral") es la doctrina básica que define a los judíos ortodoxos modernos y a los antiguos fariseos (Talmúd Babilónico, Sabbath 31a; Josefo Flavio, Antigüedades de los Judíos 13.10.6).


La Toráh Oral demanda obediencia a los Rabinos Fariseos y les otorga la prerogativa de crear mandamientos nuevos llamados "takanot" (promulgaciones). Los judíos ortodoxos modernos y los antiguos fariseos tienen a la obediencia a dichas promulgaciones rabínicas por obediencia a Dios, y en cierta manera hasta más importante que los mandamientos de la Toráh. El Talmúd dice así de los mandamientos rabínicos: "Tengáis más cuidado referente a las promulgaciones rabínicas aún más que a la Toráh. Porque cualquiera que viole una promulgación rabínica es merecedor de la muerte." (Talmúd Babilónico, Eiruvin 21b)
El problema con las promulgaciones rabínicas es que la misma Torá (escrita) ordena: "No le añadiréis al asunto que yo os mando hoy, ni le disminuiréis nada de él" (Deuteronomio 4:2). ¡Pero las promulgaciones rabinicas humanas son añadidura a la Toráh! Aparentemente esto es lo que Yeshúa quería decir en Mateo 15, cuando contrastó fuertemente las "tradiciones de los ancianos" con el "mandamiento de Dios." Las "tradiciones de los ancianos" hechas por el hombre "anulan" al mandamiento de Dios." Isaías 29:13 le llama a estas leyes humanas "mandamientos eruditos de los hombres" o como fue parafraseado en Mateo 15:9 "enseñando por doctrinas los mandamientos de los hombres." Yeshúa no se oponía al "mandamiento de Dios" en la Toráh, peró sí a los "mandamientos humanos" y a las "tradiciones de los ancianos" inventadas por los antiguos fariseos y enseñadas aún por el judaísmo ortodoxo moderno. Yeshúa defendió al judaísmo bíblico pero rechazó las innovaciones introducidas por el fariseísmo.


Si Yeshúa se oponía a las innovaciones de los fariseos, ¿qué quiso decir en Mateo 23:2-3 cuando dijo: "Los escribas y los fariseos se sientan en la cátedra de Moisés: por tanto todo lo que ellos os digan que hagáis, eso observad y haced"? Según estos versículos, los fariseos tienen autoridad mosaica, tal como lo enseña la Ley Oral. Además, "todo lo que os digan que hagáis, eso observad y haced." ¡Todo lo que enseñan los fariseos, incluso sus leyes humanas, el discípulo de Yeshúa debe obedecer! Durante siglos esta declaración ha confundido a los lectores del Evangelio de Mateo. ¿Cómo pudo Yeshúa enseñar la obediencia a los fariseos en Mateo 23, si se opuso a las tradiciones de los ancianos en Mateo 15?
Asiento de Moisés Excavado dela Antigua Sinagoga en Corazín, Israel
Esta pregunta tiene aplicación importante para los discípulos modernos de Yeshúa. Los rabinos ortodoxos modernos conservan la ordenación que se remonta en una cadena contínua hasta los rabinos fariseos del primer siglo. Esto significa que un discípulo fiel de Yeshúa de hoy día tendría que obedecer todas las reglas y los reglamentos enseñados por los rabinos ortodoxos modernos, porque ocupan la cátedra de Moisés. Parcialmente basándose en Mateo 23, muchas de las personas que buscan las "raíces hebreas" del cristianismo de hecho han adoptado las tradiciones y prácticas rabínicas. Pero, ¿debería dicha búsqueda de "raíces hebreas" llevar al verdadero discípulo de Yeshúa al fariseísmo, o al judaísmo bíblico? La respuesta a esta pregunta se puede hallar en la versión antigua hebrea del Evangelio de Mateo.
Una porción de un manuscrito de la versión hebrea del Evangelio de Mateo.
En mi nuevo libro, El Yeshúa Hebreo frente al Jesús Griego, investigo el antiguo texto hebreo del Evangelio de Mateo encontrado en manuscritos ocultados por largo tiempo en los archivos de escribas judíos. Mi investigación revela que el texto griego de Mateo (que es más "moderno") del cual las versiones del mundo occidental fueron traducidas, presentan "otro Jesús" diferente al Yeshúa descrito en la antigua versión hebrea de Mateo. Esta antigua versión hebrea de Mateo ofrece entendimiento nuevo sobre el conflicto de vida y muerte que tuvo Yeshúa con los fariseos, cuando ellos conspiraban para asirse de las riendas del judaísmo en el primer siglo, y pone en perspectiva ese conflicto tanto para el judío como para el cristiano.



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