Hechos 1:8 pero cuando el Ruaj ha kodesj (Espíritu de Santidad) venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra.



TRADUCTOR

miércoles, 23 de diciembre de 2009

INTRODUCCION A LA FE NAZARENA O NETZARIM


¿Qué es la Fe Nazarena?







¿Quiénes fueron los Nazarenos?



Los primeros creyentes en Yahoshúa (Yeshúa) fueron una secta israelita conocida como los “Nazarenos” o en hebreo “Netzarím” (Hechos 11:19; 24:15). El “padre de la iglesia” Jerónimo (siglo 4) describe a estos nazarenos como “los que aceptan al Mesías de tal manera que no cesan de observar la Ley.” (Jerónimo; Sobre Isa. 8:14). El “padre de la iglesia” del siglo cuatro, Epifanio, da una descripción más detallada:



“Pero estos sectarios... no se llaman a sí mismo cristianos –sino “Nazarenos,”... Sin embargo son simplemente israelitas completos. Usan no sólo el Nuevo Testamento sino también el Antiguo Testamento, como hacen los israelitas... No tienen ideas diferentes, sino confiesan todo exactamente como lo proclama la Ley y a la manera israelita –excepto por su creencia en el Mesías, si se quiere. Porque reconocen tanto la resurrección de los muertos como la creación divina de todas las cosas, y declaran que D-s es uno, y que su Hijo es Yeshúa el Mesías. Están adiestrados finamente en el hebreo. Porque entre ellos la Ley completa, los Profetas, y los Escritos se leen en hebreo, como ciertamente se hace entre los israelitas. Son diferentes de los judíos, y diferentes de los cristianos, solamente en lo que siguen. Están en desacuerdo con los judíos porque han venido a la fe del Mesías; pero como aún están dirigidos por la Ley –la circuncisión, el Sábado, y el resto- no están de acuerdo con los cristianos... no son nada más que israelitas... Tiene la Buena Nueva según Mateo muy completa en hebreo. Porque es claro que ellos aún la preservan, en el alfabeto hebreo, como fue escrita originalmente.” (Epifanio; Panarion 29)



La fe nazarena sostiene una creencia en Yahoshúa como el Mesías. No abandonamos la identidad, la herencia y la cultura israelitas para “convertirnos” a una religión nueva o extranjera. Para algunos el concepto de israelitas que creen en Yeshúa y practican la fe de Israel es una contradicción de términos. La sabiduría común es que en un lado uno tiene a los israelitas y la fe hebrea, y en el otro tiene a los gentiles y el cristianismo. Sin embargo, en el siglo primero había literalmente centenares de centenares de israelitas seguidores de Yeshúa (Hechos 2:41, 47; 4:4; 6:7; 9:31; 21:20). Eran celosos por la Toráh (Hechos 15:19-21; 21:17-27), y se reunían en las sinagogas (Santiago 11; 2:2). La gran pregunta entonces era si Yahoshúa había venido para los gentiles también (Hechos 10; Hechos 15). La mayor paradoja en la historia ocurrió eventualmente, porque hoy día la gente se cuestiona cómo puede uno seguir a Yeshúa y seguir siendo israelita.



Hoy día buscamos poner a Yahoshúa de vuelta en el contexto de la fe de Israel del primer siglo. La fe nazarena es un renacimiento espiritual, un reavivamiento, un retorno a la fe pura de los nazarenos del primer siglo. Un retorno al Tanákh y a la raíz del olivo (Rom.11).



Como nos dice el profeta Jeremiah:



Así dice Yhwh: “Párense por los caminos y busquen y pregunten por las sendas antiguas, dónde está el buen camino, y anden en él, y hallarán reposo para sus almas...” (Jer. 6:16).



Los Nazarenos se abstienen de llamarse cristianos. El primer uso del término cristiano fue en Antioquía, entre los primeros seguidores gentiles de Yahoshúa (Hechos 11:26) para describir a los seguidores gentiles de Yahoshúa. Los Nazarenos son Yahwistas y no se sienten compelidos a censurar el uso del Nombre (Jer. 23:27). En algunos casos fueron martirizados por recitar públicamente un derásh [versículo] del Salmo 110:1-2 en el que se usa el Nombre al ligar a Yeshúa con la mano derecha de Yhwh. Los Nazarenos reconocen el séptimo día (desde el viernes al anochecer hasta el sábado al anochecer) como el Shabát (Gén. 2:1-3, Exo. 20:8-11; 32:12-17). Algunos todavía observamos el rito de la circuncisión para los israelitas. Observamos los Días Santos en Lev. 23, que “han de celebrarse como estatuto perpetuo por tus generaciones, en todas tus moradas... para siempre” ((Lev. 23.14, 21, 31, 41).

Juan el Bautista y Qumram



Para trazar el origen de los nazarenos tenemos que examinar primero la figura de Juan (Yojanán) el Bautista. Como comienza la Buena Nueva según Markos:



El principio de la buena nueva de Yeshúa el Mesías,... Juan vino sumergiendo en el desierto... (Markos 1:1, 4)



Como ha señalado George Howard, “…hubo una secta de Juan el bautista que existió desde tiempos primitivos y continuó tal vez por siglos.” (El Evangelio de Mateo según un Texto Primitivo, por George Howard; 1987; pág. 205. Véase Hechos 18:5 – 19:7; Justino, Tryfo 80; Pseudo-Clemente Reconocimientos 1:54-60. Semejante secta aún existe en Iraq hoy día. Howard también anotó:



En el Mateo hebreo de Shem Tov, Juan el Inmersor emerge como una figura mucho más importante que en el mateo griego. El Mateo griego puede muy bien representar una corrección posterior a las más primitivas afirmaciones hechas acerca de Juan el Bautista en el Mateo hebreo antes de que los seguidores de Juan el Bautista fueran vistos como una amenaza al cristianismo de base.” (Ibid)


Una lectura cuidadosa de los Evangelios mostrará que Juan el bautista tenía sus propios “discípulos” (Juan 1:35) que continuaron como tales, aparte del movimiento de Yeshúa aun cuando Juan y Yeshúa habían muerto (Hechos 19:1-3). El sabor de Juan capítulo uno indica también que Juan no vivía solo en el desierto, sino que vivía con una comunidad de seguidores cerca de Betabara (Juan 1:28) un pueblo a sólo ocho millas de Qumrám.



Ahora bien, una de las más importantes semejanzas entre Juan el bautista con sus discípulos y la comunidad de Qumram es muy obviamente la de la geografía. Como mencionamos, Juan y sus discípulos residían “en el desierto” cerca de un pueblo a sólo ocho millas de Qumram. De hecho, las cuevas en las que se encontraron los rollos están a sólo cinco millas del lugar en el Jordán donde Juan estaba bautizando. Tanto los Rollos del mar Muerto como el Nuevo Testamento usan la frase “en el desierto” (tomada de isa. 40:3) casi como un nombre propio, para describir esta área. Un pasaje del NT en particular parecía un misterio hasta el descubrimiento de los Rollos. Lukas 1:80 dice: “el niño [Juan el bautista] creía y se fortalecía en espíritu, y estuvo en el desierto hasta el día de su manifestación a Israel.” ¿Qué habría de hacer un niño “en el desierto”? ¿Pudo haber sido criado Juan en una comunidad de Qumram? Una tradición apócrifa que circuló un tiempo en la iglesia del este puede ofrecer un poco de discernimiento. El Protoevangelio de Jacobo [Santiago], que una vez se leía en las iglesias orientales, registra una tradición de que al tiempo de la matanza de los inocentes, Elizabet tomó a su hijo y se fue a las montañas, y buscó un lugar para esconderlo, y no halló ningún lugar secreto. Entonces gimió dentro de sí, y dijo: Oh montaña de Yhwh, recibe a la madre con el niño. Porque Elizabet no podía subir. Y al instante la montaña se dividió y los recibió. Y se les apareció como un ángel (o mensajero) de Yhwh, para preservarlos.” –Protoevangelion 16:3-8.



Esta tradición pudiera estar preservando una tradición antigua de que Juan y su madre fueron tomados a través de una abertura en la montaña (una cueva) y que un “mensajero de Yhwh” en Qumram los tomó. Esta posibilidad está fortalecida por el hecho de que Hugh Schonfield ha mostrado que hay un número de paralelismos entre el Mateo hebreo de DuTillet y el Protoeuanguelion, “que no puede ser accidental.” (Un Texto hebreo del Evangelio de Mateo más antiguo, por Hugh Schonfield, 1927, ps. 25-30, 40.) Además, Josefo nos dice que los esenios criaban los hijos de otras personas (Josefo 2:8:3). Así parece que Juan el Bautista fue criado en la comunidad de Qumram.



Como levita, y descendiente de Zadok, Juan habría tenido un lugar prominente en la comunidad de Qumram, la cual favorecía a los herederos del sacerdocio. Sin embargo, la vida normal de Juan en Qumram fue interrumpida cuando “vino la palabra de Elohim a Juan... en el desierto” (Lukas 3:2). En una comunidad rígida donde todos tenían un rango y nadie hablaba fuera de turno, el mensaje de Juan no habría sido bienvenido. Esto explicaría por qué Juan y sus discípulos se mudaron a Betabara.


Tanto Mateo como Markos nos dicen que Juan comía langostas (Mat. 3:4; Mar. 1:6). Por supuesto, se refiere a los insectos que en Le. 11:20-23 se enumeran como kashér. Ahora los Rollos del Mar Muerto nos dicen que la comunidad de Qumram también hacía de las langostas parte de su dieta. De hecho, los Rollos del Mar Muerto hasta nos dicen cómo debían cocinarse (Documento de Damasco, 12:11-15).



Tanto la comunidad de Qumram como Juan citaban Isa. 40:3 como una profecía que predecía su obra (Mat. 3:3; Mar. 1:3; Luk. 3:4; Juan 1:23; Doc. de Dam. 8:12-14; 9:20). Este verso aparece en la mayoría de los Nuevos testamentos como:



La voz de uno que clama en el desierto: “"Preparen el camino de YHWH; enderecen en el desierto un camino para nuestro D-s."



Sin embargo, las marcas de cantor en el Texto Masorético nos da el entendimiento:



La voz de uno que clama: “En el desierto preparen el camino de YHWH; enderecen en el desierto una senda para nuestro D-s."



Como resultado de su uso de este versículo, tanto Juan como la comunidad de Qumram se referían a sí mismos como estando “en el desierto”, y tanto la comunidad de Qumram como los primeros creyentes en Yahoshúa llamaban a su movimiento “el Camino.”



Otro fuerte paralelo entre Juan y la comunidad de Qumram es el de la importancia que se da a la práctica de la inmersión en agua (bautismo; hebreo: teviláh). La Toráh requiere un “lavamiento” por la “impureza” (Lev. 16-18), y la “impureza” puede resultar del pecado (Lev. 18:1..., por ejemplo). El rey David habló de esta práctica en el Salmo 51:2, 7. En la comunidad de Qumram esta práctica a esta práctica se le daba gran importancia. (Man. De Disc. 3:4f; 5:13; Doc. de Dam. 10:10-13), y ciertamente se consideraba como de alta prioridad para Juan (Mat. 3:6, 11; Mar. 1:4-5; Luk. 3:2-3; Hech. 19:3-4). Ambos creían que la inmersión en agua era sólo simbólica de una limpieza mayor de la impiedad que se realizaba por el rúaj ha-qódesh (Man. De Disc. 4:12-13).



Una semejanza final entre Juan y la comunidad de Qumram era que ambos recalcaban que el día del juicio ardiente se aproximaba eminentemente.



Ahora, habiendo discutido las semejanzas entre Juan el Bautista y la comunidad de Qumram, notemos las diferencias. Los esenios siempre vestían ropas blancas (Josefo 2:8:3), pero Juan vestía ropa de pelos de camello (Mat. 3:4). En segundo lugar, la comunidad de Qumram comía sólo alimentos provistos su comunidad, pero Juan buscaba el suyo (Mat. 3:4). Finalmente, y más importante, la comunidad de Qumram no era ni siquiera un poco evangélica. El Manual de Disciplina manda específicamente a sus adherentes a “sostener un odio irremisible hacia todos los hombres de mala reputación... dejarles perseguir la riqueza y la ganancia mercenaria...” (Man de Dic. 9:21-26). Pero Juan invita a estos hombres de mala reputación “Arrepiéntanse, porque el reino de Elohim se ofrece.” (Mat. 3:2). Esta nueva enseñanza debe de haber sido “la palabra de Elohim” que Juan recibió en el desierto” (Luk 3:2), ya que fue más tarde repetida por Yeshúa (Mat. 4:17) y por los discípulos de Yeshúa (Mat. 10:7).



Como resultado de la nueva luz que arrojan sobre el Nuevo testamento los Rollos del Mar Muerto, podemos ahora concluir que Juan el Bautista se crió en la misma comunidad que escribió los Rollos del Mar Muerto. Que la palabra de Elohim vino a Juan, y éste comenzó a enseñar un mensaje evangélico de arrepentimiento. Un mensaje que era inaceptable para la comunidad de Qumram. Ese mensaje probablemente causó un cisma que resultó en que Juan el Bautista y sus discípulos se relocalizaran en Betabara, a sólo ocho millas de Qumram. Este nuevo grupo vino a ser una secta de Juan el bautista que ha continuado hasta este mismo día, y que tenía una estrecha relación con el movimiento mesiánico que rodeó a Yahoshúa.





Yeshúa el Mesías


Yeshúa vino para ser sumergido por Juan en e l desierto como a la edad de 30 años y fue proclamado por Juan como el “cordero” de Isaiah 53:7 (Juan 1:29). Algunos de los estudiantes de Juan se hicieron estudiantes de Yeshúa (Jn. 1:35-51). Yeshúa entonces comenzó a proclamar, como ya había proclamado Juan, “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ofrece”(Mat. 3:17). Más tarde envió a sus doce estudiantes con la misma proclamación (Mat. 10).



Yeshúa, sin embargo, difería un poco de Juan (Mat. 11:18-19), Mientras Juan era primariamente de un trasfondo esenio, la enseñanza de Yeshúa era esencialmente farisea. Yeshúa apoyó ampliamente el movimiento fariseo cuando dijo:



Los escribas y los fariseos se sientan en la cátedra de Moisés. Por tanto, todo lo que ellos les digan que observen, obsérvenlo y háganlo...” (Mat. 23:2-3)



No solamente la enseñanza de Yeshúa era esencialmente farisea, sino que en gran medida seguía la de la escuela de Hilél más bien que la de la escuela de Shamáy. Por ejemplo, la famosa “regla de oro” de Yeshúa:



Todo lo que ustedes quieran que los hombres hagan con ustedes, háganlo ustedes por ellos, porque esto es la Toráh y los Profetas. (Mt. 7:12)



Lee muy semejante a la famosa afirmación de Hilél:



Lo que sea odioso para ti, no se lo hagas a tu prójimo; esa es toda la Toráh... (b. Shabbat 31a)



A pesar del hecho de que la enseñanza de Yeshúa concordaba ampliamente con la de la Escuela Farisea de Hilél, hubo ocasiones en que las enseñanzas de Yeshúa concordaban con la Escuela de Shamáy contra la Escuela de Hilél. Un ejemplo importante de esto es el asunto del divorcio, donde Yeshúa concordó con Shamáy contra Hilél (Mat. 5:31-32 y M. Guitín 9:10).



Hubo también ocasiones en las que las enseñanzas de Yeshúa concordaban con las de los esenios contra las de los fariseos. Un ejemplo es en el asunto de los juramentos (Compare Mat. 5:33-37 con Documento de Damasco –Gueniza A; Columna, 15; Líneas 1-3).





Jacobo (Santiago) el Justo




Otra figura importante para los Nazarenos fue la de Jacobo (Yaaqóv HaTzadík). Tras la muerte de Yeshúa, los Nazarenos reconocieron a su hermano Jacobo el Justo como heredero legal del trono de David. Por esta razón los Nazarenos reconocieron a Jacobo el justo como el Nasi del Sanhedrín Nazareno (Hechos 15).



Es muy probable que Jacobo el Justo tuviera estudiantes propios, y que su movimiento se uniera con el movimiento de Yeshúa tras la muerte de Yeshúa. Esto es evidente porque hay escasamente mención de Jacobo el Justo anterior a la muerte de Yeshúa, sin embargo muy poco después él vino a ser el líder del movimiento Nazareno (Hechos 12:17; 15:13-29; 21:18-26 y Gál 1:19; Historia Eclesiástica de Eusebio 2:23). Según la Buena Nueva de Tomás, fue Yeshúa mismo quien nombró a Jacobo el Justo como su nuevo líder:



Los estudiantes le dijeron a Yeshúa: “Sabemos que tú nos dejarás. ¿Quién va a ser nuestro líder entonces?” Yeshúa les dio: “No importa dónde ustedes residan, deben ir donde Jacobo el Justo, por cuya causa vinieron a ser los cielos y la tierra." (La Buena Nueva de Tomás, dicho 12)



La Buena Nueva según los hebreos relata lo siguiente concerniente a Jacobo el Justo:



Ahora bien, el Maestro, cuando hubo dado la ropa de lino al siervo de sacerdote, fue donde Jacobo y se le apareció (porque Jacobo había jurado que no comería pan desde aquella hora en que había bebido de la copa del maestro hasta que viera resucitado de entre los que duermen), y de nuevo después de poco: “Traigan –dijo el Maestro-una mesa y pan", e inmediatamente se añade: “Él tomó pan y bendijo y partió y dio a Jacobo el Justo y le dijo: “Mi hermano, come tu pan, porque el Hijo del Hombre ha resucitado de entre los que duermen” (Citado por Jerónimo; De los Hombres Ilustres, 2)



Este es probablemente el evento al que Pablo hace referencia en 1 Cor. 15:7 y probablemente tuvo un efecto profundo en Jacobo.



El historiador Nazareno Hegesipo (c. 180 E.C.) es citado por Eusebio (siglo 4) como describiendo a Jacobo el Justo de esta manera:



Pero Jacobo, el hermano del Maestro, quien, como había muchos con su nombre, todos lo apellidaban el Justo, desde los días de nuestro maestro hasta ahora, recibió el gobierno de la asamblea con los emisarios Este emisario fue consagrado desde el vientre de su madre. No bebía ni vino ni licores fermentados, y se abstenía de alimento animal. Nunca pasó navaja sobre su cabeza, nunca se ungió con aceite, y nunca usó un baño. Sólo a él se le permitía entrar en el santuario. Nunca vistió lana, sino ropas de lino. Tenía el hábito de entrar en el Templo solo, y a menudo se le halló sobre sus rodillas, e intercediendo por el perdón de su pueblo; de manera que sus rodillas se pusieron tan duras como las de un camello, en consecuencia de su habitual súplica y arrodillarse delante de Elohim. Y ciertamente, a causa de su inmensamente grande piedad, fue llamado el Justo, y Oblias (o Tzdík y Ozleam) que significa justicia y protección del pueblo; como declaran los profetas acerca de él.



(Hegesipo en el quinto libro de sus comentarios [perdidos], citado por Eusebio; Hist. Ecl. 2:23)



Jacobo el Justo era muy popular entre la comunidad israelita en general. Bajo su influencia el movimiento Nazareno creció hasta su muerte en el año 63 E.C., como pasa a decir Hegesipo:



Algunos de las siete sectas, que mencioné arriba en los comentarios, le preguntaron cuál era la puerta hacia Yeshúa, y él respondió: “Que él era el Salvador,” Por lo cual algunos creyeron que Yeshúa es el Mesías. Pero las herejías antes mencionadas no creían en una resurrección, o que él va a venir a dar a cada uno según sus obras, como sin embargo creían por causa de Jacobo el Justo. Como había muchos pues de los gobernantes que creían, se levantó un tumulto entre los israelitas, Escribas y fariseos, diciendo que había peligro, que el pueblo ahora esperaría a Yeshúa como el Mesías. Por tanto vinieron juntos, y le dijeron a Jacobo: “Te advertimos, restringe al pueblo, los cuales son extraviados tras Yeshúa, como si él fuera el Mesías. Te advertimos que persuadas a todos los que vengan a la fiesta de la Pascua de manera correcta concerniente a Yeshúa; porque todos tenemos confianza en ti. Porque nosotros y todo el pueblo oímos el testimonio de que tú eres justo, y tú no haces acepción de personas. Persuade pues al pueblo a que no se dejen extraviar por Yeshúa, porque nosotros y todo el pueblo tenemos confianza en ti. Párate pues en un ala del Templo, para que te veas en lo alto, y tus palabras puedan ser oídas fácilmente por todo pueblo; porque todas las tribus se han reunido por causa de la Pascua, con algunos de los gentiles también” Los susodichos Escribas y Fariseos, pues, pusieron a Jacobo sobre un ala del Templo, y le gritaron: “Oye, hombre justo, a quien todos debemos creer, siendo que el pueblo ha sido extraviado tras Yeshúa el que fue crucificado, decláranos cuál es la puerta a Yeshúa el que fue crucificado.” Y él respondió a gran voz: “¿Por qué me preguntan con respecto a Yeshúa el Hijo del Hombre? Él está ahora sentado en los cielos, a la diestra del Gran Poder, y está para venir en las nubes del cielo.” (Sal. 110:1 y Dan. 7:13). Y como muchos fueron confirmados y glorificados en este testimonio de Jacobo, y decían unos a otros. “Hemos hecho mal al proveer para ese testimonio sobre Yeshúa, pero subamos allá y arrojémoslo abajo, para que ellos teman creer en él.” Y ellos gritaron: “Oh, oh, el Justo mismo está engañado,” y cumplieron lo que está escrito en Isaiah: Tomemos al justo, porque es ofensivo para nosotros; por tanto comerán el fruto de sus obras. (Is. 3:10)



Subiendo pues, arrojaron a bajo al justo, diciéndose unos a otros: “Lapidemos a Jacobo el Justo.” Y comenzaron a lapidarlo, y como no murió inmediatamente cuando lo arrojaron abajo, sino que volviéndose, se arrodilló diciendo: “te ruego, oh Yhwh Elohim y Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Así que estaban apedreándolo, cuando uno de los sacerdotes de los hijos de Rejéb, hijo de los recabitas, mencionado por el profeta Jeremiah, clamó diciendo. “Dejen lo que están haciendo. Justo está orando por ustedes.” Y uno de ellos, mayor, destrozó el cerebro de Justo con el palo que usaba para golpear la ropa. Así sufrió el martirio, y lo sepultaron en el lugar donde su lápida está todavía, junto al templo. Vino a ser un fiel testigo, tanto para los israelitas como para los griegos, de que Yeshúa es el Mesías. Inmediatamente después de esto, Vespasiano invadió y tomo a Judea. (Hegesipo según lo citó Eusebio, Hist. Ecl. 2:23)





Josefo también registra la muerte de Jacobo el Justo de esta manera.



Festo ya estaba muerto, y Albinus estaba de camino; así que él [Ananus el sumo Sacerdote] reunió al Sanhedrín de los jueces, y trajo delante de él al hermano de Yeshúa, a quien llamaban el Mesías, cuyo nombre era Jacobo, y algunos otros, [o algunos de sus compañeros], y cuando hubo formulado una acusación contra ellos como violadores de la ley, los entregó para ser apedreados: pero en cuanto a aquellos que parecían ser los más equitativos de los ciudadanos, y los que estaban más inquietos en la brecha de las leyes, les disgustó lo que se hizo.



(Josefo; Antigüedades 20:9:1)



Según Eusebio, su versión de las obras de Josefo contenía lo siguiente en relación con la destrucción de Jerusalem y el Templo en el 70 E.C.:



Estas cosas les sucedieron a los israelitas para vengar a Jacobo el Justo, que era hermano de aquel a quien llaman el Mesías, y a quien los israelitas habían matado, no empece a su pre-eminente justicia.



(Josefo según los cita Eusebio; Hist. Ecl. 2:23)





Pablo el Fariseo







Otra importante figura del los antiguos Nazarenos fue Pablo. Pablo era un gran líder de los Nazarenos (Hechos 24:5). Pablo era de trasfondo fariseo (Hechos 23:6) y había sido estudiante de Gamaliél (He. 22:3) el nieto de Hilél. Pablo era al principio enemigo del movimiento Nazareno, sin embargo después de su visión camino a Damasco, vino a ser un gran líder del movimiento.



Pedro nos dice que los escritos de Pablo son “difíciles de entender” (2Ped. 3:15-16). Pablo sabía que sus enseñanzas estaban siendo torcidas y que lo habían entendido mal como si él estuviera enseñando contra la Toráh (Rom. 3:8; 6:1-2, 15). Pablo se esforzó mucho para probar que eso no era cierto (He. 21:20-26).



70 E.C. La Coalición se Divide



El 70 E.C. fue un año muy importante para los Nazarenos. En ese año los romanos pusieron asecho a Jerusalem y después de cinco meses, invadieron la ciudad. Este evento tuvo muchos efectos profundos sobre los Nazarenos.



Cuando la ciudad quedó bajo asedio, los Nazarenos recordaron las palabras de Yeshúa:



Y cuando vean a Jerusalem rodeada de ejércitos, sepan que su desolación está cerca. Entonces los que estén en Judea huyan a las montañas. (Lukas 21:20-21ª)



Los Nazarenos hicieron caso de esas palabras y huyeron a Pela, muy probablemente morando en las cuevas del desierto en las afueras de Pela. Es probable que los fariseos y otros israelitas resentían que los Nazarenos huyeran a Pela como un acto de cobardía.



La huida a Pela en sí misma tuvo también un profundo efecto sobre los Nazarenos. Una gran confusión resultó y la coalición se desmembró. Fue en Pela donde los Ebionitas emergieron primero como una secta separada.






El 90 E. C. Arrojados de las Sinagogas






En el 90 E. C. Samuel el menor fue comisionado a añadir lo que vino a llamarse la Birkát HaMiním a las dieciocho bendiciones de la Amidáh. El Talmud registra este evento de esta manera:



Nuestros Rabinos enseñaron: Siméon ha-Pakulí arregló las dieciocho bendiciones en orden delante de Rabán Gamaliel en Yabnéh. Dijo Rabán Gamaliel a los Sabios: “¿Puede alguno entre ustedes formar una bendición relativa a los Miním?” Samuel el menor se levantó y la compuso



(b. Berakot 29a)



La Birkat haMinim como aparece hoy día dice:



Y para los calumniadores que no haya esperanza, y que toda iniquidad perezca como en un momento; que todos tus enemigos sean pronto cortados, y el dominio de la arrogancia lo desarraigues y lo aplastes, lo arrojes y lo humilles prontamente en nuestros días. Bendito eres tú, Se-r, que quebrantas a los enemigos y humillas a los arrogantes.



Sin embargo, una antigua copia de la Birkat haMinim hallada en la Guenizá del cairo dice:



Para los renegados no haya esperanza, y que el reino arrogante sea pronto desarraigado en nuestros días, y que los Nazarenos y los Miním perezcan como en un momento y sean borrados del Libro de la vida y que no sean inscritos con los justos. Bendito eres tú, oh Se-r, que humillas a los arrogantes.



Esta bendición estaba en forma de una maldición sobre los Nazarenos que tendría el efecto de arrojarlos de las sinagogas (Jn. 16:2, siendo que de los nazarenos que asistían se esperaba que recitaran una maldición contra ellos mismos.


El 132 E. C. La Revuelta de Bar Kokhbá




En el 132 E.C. comenzó una segunda revuelta israelita contra Roma. El Emperador Adriano prohibió la circuncisión. En reacción los israelitas, los nazarenos, y los fariseos por igual, tomaron las armas. Durante la revuelta Akiva, un Rabino fariseo prominente de ese tiempo, declaró que el general israelita conocido como Bar Kosiba era el Mesías. A Bar Kosiba se le cambió el nombre a Bar Kojbá (hijo de la estrella) y fue declarado el mesías basados en Núm. 24:17. Los Nazarenos no podían aceptar a Bar Kokhba como el Mesías y así abandonaron el ejército. De ese tiempo en adelante a los Nazarenos se los etiquetó como "meshumed" (traidores). Aunque los fariseos más tarde admitieron que Bar Kokhba no era el Mesías, continuó su resentimiento hacia los Nazarenos por negarse a seguirlo.



Después que los romanos derrotaron a los israelitas cerca del 132 E. C. Yehudá el último de los Nasim Nazarenos registrados fue exiliado con el resto de los israelitas de Jerusalem. Un cristiano gentil llamado Markus fue hecho obispo de Jerusalem en su lugar.



El Concilio de Nicea




En el 325 E. C. un gentil pagano llamado Constantino conquistó a Roma y se hizo emperador. Constantino, aunque era pagano, declaró que el cristianismo era la religión católica (latín: universal), haciendo así al cristianismo la religión obligada del imperio romano. Constantino, quien era un anti-semita, convocó el Concilio de Nicea en el 325 E. C. para estandarizar el cristianismo. Los Nazarenos fueron excluidos de la reunión. La s prácticas israelitas fueron prohibidas. Por primera vez el cristianismo gentil etiquetó oficialmente a los Nazarenos como apóstatas. De ese tiempo en adelante los Nazarenos comenzaron a aparecer en los catálogos de movimientos apóstatas (el primero de estos en incluir a los Nazarenos fue el “panarion2 de Epifanio (alrededor del 370 C.E.).



La Asimilación



Para el siglo cuatro los Nazarenos tenían comunidades en Beorea cerca de Colesiria, en la Decápolis cerca de Pela, y en Bashanitis en el lugar llamado Kokhba. (Epifanio; Pan. 29). Sin embargo, los Nazarenos para ese tiempo eran una secta pequeña que Epifanio describió como "pequeña como un insecto." (Ibid)



Según una tradición preservada por los cristianos asirios, conocidos como los nestorianos, estos Nazarenos escaparon del imperio romano hacia el Imperio Parto, hacia el este. Allí se asimilaron en la Iglesia Nestoriana del Este, hallando fraternidad con sus pares semitas asirios, o fueron eliminados por el surgimiento del Islam.


Hoy día muchos de nosotros estamos trabajando por reconstruir la antigua secta dla fe nazarena.






Autor: James  Trimm

jueves, 17 de diciembre de 2009

ROSH JODESH TOV TEVET

Shalom a todos


Que este mes hebreo, que ya paso, halla sido de bendiciones para todos.   Que todo lo que pasamos en el, sea negativo o positivo, allá sido para edificar nuestras vidas, y que en este Rosh Jodesh, en este nuevo mes de Tevet que se inicia, este lleno de Brajot, fuerza y nuevos desafíos delante de ADONAI, y poner nuestras vidas como sacrificio, y ofrenda a través de Mashiaj Yahshua, para hacer su voluntad.  Sabiedo que hoy nuestro compromiso debe ser mayor, pues los cumplimientos de su davar ya se estan iniciando, por la pronta venida del Mashiaj.amen


Atte
Moreh Yosef Ben Yahoshua


HOY ES 1 DE TEVET 5770,   17 de Dic. 2009

miércoles, 25 de noviembre de 2009

ISRAEL: MISTERIO Y REVELACION


Israel: Misterio y Revelación

por Dan Avraham


Capítulo I


BOSQUEJO HISTÓRICO


Origen Sobrenatural


La historia de Israel comenzó en el corazón de Di-s. Usando nuestro lenguaje limitado al tiempo y el espacio podríamos decir que antes de la creación misma, cuando el Señor decidió concebir Su plan para nosotros, Israel nació.

Esto significa que la creación de la nación de Israel no fue algo que se le ocurrió a Di-s en algún punto determinado de la historia de la humanidad, sino desde mucho, mucho antes.


En otras palabras, Israel responde a un programa divinamente ordenado previo a la fundación del mundo. Su manifestación concreta aparece en un momento determinado de la historia de la humanidad, pero el plan había sido concebido anticipadamente.

Así como el Mesías fue "destinado desde antes de la fundación del mundo", pero su manifestación concreta no ocurrió sino "en los postreros tiempos"1, así el pueblo de donde vendría el Mesías fue concebido desde el principio en el corazón de Di-s, pero su revelación histórica comienza a tener lugar en un momento determinado hace aproximadamente 4.000 años con el llamamiento de Avram y sus dos descendientes escogidos: Yisac y Yacov.


Así pues, Avram, Yisac y Yacov son los padres de la nación de Israel, el pueblo de Adonai.


La Vida de los Patriarcas

Tanto el Primer Libro de Moshe (Moisés) como los descubrimientos arqueológicos encontrados en la región de Mesopotamia, y que datan de la época de nuestros padres, nos muestran que fueron nómadas que se movían con sus familias y sus ganados hacia las tierras de los mejores pastos ubicados en una zona geográfica privilegiada del mundo: el fértil creciente.

La diferencia entre la vida de nuestros padres y la del resto de la familias también nómadas de su generación fue establecida por el hecho de que mientras los demás se movían en base a la dirección que le daban sus propias creencias, sus dioses y sus motivaciones personales, la de nuestros padres respondía a una dirección sobrenatural dada por YHVH que ellos creyeron, aceptaron y obedecieron al punto que este YHVH vino a ser su Di-s y ellos vinieron a ser los patriarcas de Su pueblo2.

De ahí que cuando hablamos de Di-s de Avraham, Yisac y Yacov estamos refiriéndonos a YHVH, el Señor, a diferencia del resto de las familias y ciudades-naciones circunvecinas que no creyeron, ni adoraron, ni reconocieron, ni obedecieron al Di-s de nuestros mayores.

Así pues, mientras las otras familias nómadas de la misma época se movían sin dirección divina, Avraham, Yisac y Yacov lo hicieron bajo la orientación de Aquél a quien habían reconocido como su Señor. Esto es lo que hace de su historia, precisamente, historia sagrada3. Moshe (Moisés) en su primer libro nos cuenta cómo Avram le creyó a Di-s y salió de Ur de los Caldeos sin saber exactamente hacia dónde iba, confiando únicamente en la promesa de una tierra que YHVH si Di-s le mostraría.

Las implicaciones teológicas, culturales y sociales de la salida de nuestro padre Avraham de Ur a Canaán son claves para entender la magnitud de fe que tuvo que tener para abandonar sus dioses, su politeísmo, su paganismo, su cultura gentil y sus posibilidades económicas en el centro más avanzado de su época para dirigirse hacia un lugar que no conocía, aceptar una fe que tampoco conocía y un destino que, para el momento de su salida, le era borroso e incierto.

Un rabino antiguo4 diría después que Avram se sostuvo "como viendo al invisible" y plenamente convencido en fe que YHVH sería poderoso para hacer "todo lo que había prometido".

Así pues cuando YHVH le dice a Avram "sal fuera de Ur" y Avram obedece, la creación de Israel como pueblo de Di-s comenzó a tomar forma histórica concreta.

Moshe también nos informa que en virtud de los hechos que habían tenido lugar con Agar y de las discrepancias levantadas entre ésta y Sharah (Sara) la esposa de Avram, YHVH le aseguró a nuestro padre que Yisac, el hijo de la promesa, sería el legítimo heredero de todo aquello que le fue dicho a nuestro padre (Gen. 15:1-5; 21:12).

Más tarde Yisac, cuando tuvo que pasar la promesa recibida de Avraham a uno se sus hijos, como YHVH había dicho antes del nacimiento de los dos muchachos, los acontecimientos le llevaron a entregarla a Yacov, el depositario según el Señor, de lo que había sido prometido a Avraham nuestro padre.

Moshe también nos cuenta que Yacov enfrentando una grande hambre que había venido a toda la cuenca del mediterráneo y en el anticipado conocimiento del Señor con los hechos ocurridos en uno de sus hijos Yoseph (José), fue guiado sobrenaturalmente a Egipto en donde se ubicó con sus doce hijos y sus familias en una región conocida como Gosén dónde, bajo el amparo de Yoseph quién para la época gozaba de una posición privilegiada en el gobierno Egipcio, el patriarca y sus hijos pudieron establecerse libremente y comenzar a multiplicarse rápidamente.

Debido a la muerte del Faraón amigo de Yoseph y los eventos internacionales que ocurrían en la zona para la época, la nueva dinastía Egipcia comenzó a considerar seriamente las implicaciones políticas que tendrían para el país la presencia de tantos "extranjeros hebreos" dentro de sus fronteras y consecuentemente las relaciones entre ambos pueblos comenzaron a enfriarse.

Todo parece indicar que Yoseph fue revelado de sus funciones y luego de la muerte de Yacov y de Yoseph y de aquella primera generación venida con ellos, los ahora muchos descendientes de Avraham, Yisac y Yacov por decreto gubernamental, fueron cambiados de condición y pasaron de extranjeros residentes legales, a exclavos.


El Exodo

Luego de casi cuatrocientos años de esclavitud, trabajos forzados, hambre, miseria, dolor y la muerte misma, pero milagrosamente sobreviviendo a las terribles condiciones de la esclavitud egipcia, llegando el cumplimiento del tiempo, YHVH mismo, cumpliendo las promesas dadas a los patriarcas, visitó a nuestro pueblo y levantó a Moshe (Moisés) como Su intermediario para que, con vara en mano y con gran poder, nuestro pueblo pudiera salir victoriosa y milagrosamente de la tierra de Egipto.

Así pues, el mismo Di-s quién llamó a Avram para que saliera de Ur, ahora llamaba a nuestro pueblo para que saliera de Egipto hacia la tierra que había prometido a nuestros padres y vinieran a ser constituidos de pueblo tribal en una nación, no al estilo de las otras naciones de la tierra, sino totalmente diferente, en una nación santa: la nación de Di-s5.

Como podemos imaginar, la salida de Egipto, las condiciones, circunstancias y manera en que esa salida ocurrió, dejaron una huella en la conciencia nacional de nuestra nación que es imposible de olvidar.

El hecho ha venido a ser realmente el punto histórico que marca el nacimiento de la nación de Israel. Así pues, lo que había venido gestándose en la matriz de la historia de Avraham, Yisac y Yacov, ahora se había convertido en una criatura lista para su alumbramiento.

Los dolores de la esclavitud eran síntomas del parto que se acercaba y la salida de Egipto constituyó pues el momento del nacimiento de la nación de Di-s. El líquido amniótico del Mar Rojo fue tocado y el camino quedó abierto para que surgiera del silencio y de las sombras, el grito de una criatura que comenzaba a respirar por sí misma para traer con ella la posibilidad de la realización de las promesas antiguas que habían sido dadas a los padres.

Israel había nacido, había llegado al mundo y ahora comenzaría el largo proceso del aprendizaje hasta que llegara a la madurez plena del propósito escondido en Di-s que determina su razón de ser y su destino eterno.

Tres meses después de la salida de los hijos de Israel de Egipto6, llegaron a Sinaí y allí YHVH confirmó con ellos el pacto que previamente había dado a los patriarcas y, a una voz, nuestro pueblo aceptó el compromiso de consagrarse solamente al Señor y de servir a los propósitos santos por los cuales había sido redimido de la esclavitud egipcia.

Entonces, como testimonio del Pacto, YHVH no dio la Torah en forma escrita, para que la fe que había conocido nuestros padres oralmente, ahora pudiera ser conservada y trasmitida apropiadamente para las generaciones venideras7.

Esta Torah comenzó a ser redactada por YHVH mismo en dos tablas de piedra8 que contenían los Diez Mandamientos o Instrucciones que el Señor estaba dando como parte de la herencia que viene rodando de Avraham, Yisac y Yacov.


El resto de las instrucciones de nuestro Di-s Moshe las copió después en un rollo que fue guardado celosamente por nuestro pueblo y que es nuestra constitución nacional.


Mientras los hijos de Israel estuvieron por el desierto, habitaron en cabañas o tiendas de campaña. El día que YHVH anunció a Moshe que descendería sobre el monte Sinaí en presencia de todos para darnos Sus instrucciones y mandamientos, todo nuestro pueblo, habiéndose preparado con anticipación y saliendo de sus tiendas, se dirigió en solemne congregación al lugar señalado para su encuentro con YHVH.

Como recordatorio de estos tres eventos: la salida de Egipto, la entrega de la Torah y nuestra supervivencia sobrenatural en tiendas de campaña, el Señor nuesto Di-s nos entregó sendos memoriales para que nunca nos olvidemos de Su amor y Su gracia al darnos, sin nosotros merecerlo, la libertad política, la constitución nacional y el poder para sobrevivir aún en las condiciones más extremas y difíciles.

Estos memoriales están contenidos dentro de tres grandes festivales: el de Pesach (Pascua) el de Shavuot (Pentecostés) y el de Sukkot (Tabernáculos). Así pue, cada año, en el tiempo establecido por nuestro Di-s, los israelitas y todos aquellos que voluntariamente han venido a refugiarse debajo de las alas del Di-s de Avraham, Yisac y Yacov, celebramos estas fiestas como testimonio de lo que YHVH hizo por nosotros y ha prometido consumar en nosotros como pueblo suyo y ovejas de su prado.

Sin embargo, no siempre Israel fue fiel al Señor. Hubieron momentos en que nuestros padres desobedecieron las instrucciones divinas y el Señor tuvo que disciplinarlos duramente para que aprendiéramos a andar en Sus caminos, obedecer Sus preceptos y estar en condiciones de cumplir Su propósito al contituirnos como nación suya.

Por lo tanto, de la misma manera que el padre que ama disciplina a su hijo, así nuestro pueblo ha tenido que ser disciplinado y corregido por nuestro Di-s.

En virtud de que Israel pecó contra el Señor con la creación de una adoración mezclada con paganismo agipcio al fundir un becerro de oro y pretender que podemos adorar al Señor según nuestros propios pensamientos y usando los símbolos y las creencias de las naciones paganas, el Señor se enojó contra nuestro pueblo e hizo grandes estragos entre nuestras familias9.

Más tarde, aún cuando las palabras de dos de nuestros líderes más importantes después de Moisés, Josué y Caleb, fueron dignas de fe, nuestro pueblo, pecando de nuevo contra nuestros Di-s, no dio crédito al mensaje del Señor y se llenaron de miedo contra los habitantes de Canaán.


Por lo tanto, el Señor se enojó otra vez contra nuestro pueblo y nos hizo regresar al desierto y así estuvimos viajando de un lado al otro por 40 años, hasta que toda aquella generación que no le creyó al Señor, fue reunida a sus padres.


La Conquista


Finalmente el Señor nos hizo entrar en la tierra prometida a Avraham, Yisac y Yacov lo cual hicimos bajo la dirección de Yoshua (Josué) el siervo de Moshe.

Pero la tierra prometida había que conquistarla. No fue fácil. Fueron muchos años de grandes batallas, derrotas, victorias, hasta que finalmente el Señor echó a los ocupantes de aquella tierra que se había revelado contra El y que habían llenado con sus prácticas paganas, la copa de la paciencia del Señor.

La entrada a la tierra de promisión tuvo lugar aproximadamente al comienzo del siglo 13 a.M.


Una vez tomada posesión de casi la totalidad de la herencia de la tierra que nos vino por medio de la promesa dada a Avraham, Israel pasó de ser un pueblo nómada a un pueblo sedentario y aunque la industria de la ganadería siempre se mantuvo, ahora las de la agricultura y el comercio fueron añadidas para comenzar a crear una infraestructura económica que sería la base material de la vida nacional de nuestro pueblo.


La Teocracia


A partir de la muerte de Yoshua y de la generación pionera que conquistó la tierra, por espacio de dos siglos, alternados por períodos de paz y de guerra, de obedencia y de desobedencia, de castigo divino y de visitación celestial, el Señor fue dando forma a la nación sacada de Egipto por medio de ciertos gobernantes que El mismo levantaba en momentos de crisis para dirigir al pueblo e ir formando su identidad nacional.



Este período de la historia de Israel es conocido como el de una teocracia, cuando nuestro Di-s mismo dirigía y protegía la nación que iba formando por medio de los sacerdotes y los gobernadores o jueces, la conciencia mesiánica que marcaba el destino y el propósito de Di-s en constituirnos como nacióndel pacto.

Como nuestro pueblo no comprendía todavía las grandes responsabilidades que había contraído con YHVH y subestimando el valor del sisitema teocrático que imperaba en la nación, bajo las amenazas de los enemigos fronterizos, especialmente de entre los Filisteos, los hijos de Israel pensaron que la mejor lanera de organizar la nación sería por medio del establecimiento de una monarquía y un ejército bien organizado que pudiera dirigir los destinos del pueblo y defender las conquistas establecidas.

Así que pudieron a Shamuel (Samuel) uno de sus gobernadores más capaces, que llevara a la nación de una organización tribal a una organización diferente.


La Monarquía

Las implicaciones espirituales de esta acción fueron muy serias pues tanto Shamuel como YHVH fueron consternados por el hecho de que el pueblo no entendía todavía su rol especial y su relación única con el Señor y la confianza que deberían tener en que el Señor sería su protector y su guardador mientras ellos procuraran hacer Su voluntad y agradarle en todo.


No obstante, después de consultar con YHVH, Shamuel hizo los preparativos para reorganizar la nación de un sistema teocrático a un sistema monárquico.


Shaúl



Nuestro primer rey fue Shaúl (Saúl) quién aproximadamente en el 1040 a.M. fue ungido por Shamuel. Shaúl es por lo tanto el enlace político entre el sistema teocrático y el monarquíco, y el punto de transición entre un sistema de organización tribal al de un sistema de organización absolutista.

Después de casi 30 años de gobierno, Shaúl no fue capaz de establecer el control israelita en la Tierra Prometida y debido a su temperamento y prejuicios militares, cayó en una serie de apostasías que le costaron el trono.

Sin embargo, el sucesor, David, logró establecer la monarquía recibida en todas sus fronteras y convirtió a Israel en una potencia militar y política de la época.

David pudo finalmente vencer a los filisteos y también desarrollar un programa de seguridad fronteriza que aseguró un período marcado por la paz, la abundancia y la prosperidad nacional.

Durante el tiempo de su reinado (1010-970 a.M.), David se las ingenió para unificar a todas las tribus de Israel de tal manera que el pueblo comenzó a pensar en términos de nación más que en términos de tribus aisladas.

Parte de su éxito se debió, no solamente a sus increíbles dotes de mando, sino también a su capacidad para ser sensible a la dirección de su Di-s aún en los momentos más oscuros y críticos de su vida como creyente. Inteligentemente constituyó a Jerusalén como la capital de Israel y esto propició que la unidad política de la nación fuera sin duda establecida.

De profunda efectividad espiritual, David no solamente estableció la nación sobre las bases seguras de una política apropiada, una economía sólida y un ejército bien entrenado pero, además, sobre el fundamento de la Toráh, hizo los preparativos para la construcción del Templo, la reorganización sacerdotal y levítica para la adoración, y la creación de inumerables instrumentos musicales con el mismo fin, en adición a las piezas litúrgicas que escribió y que todavía nos parecen salidas de sus manos cuando leemos sus salmos inspirados.


Salomón

A la muerte de David, su hijo Salomón ocupó el trono de Israel, por un período de casi 40 años, entre el 970-930 a.M.

Salomón añadió a la unidad política, social y económica de la nación, la religiosa. El templo que había soñado su padre, él lo contruyó después de muchos años de intenso trabajo y de grandes esfuerzos nacionales e internacionales.

Hombre amante de la paz, Salomón quiso asegurarse sus fronteras entrando en convenios foráneos por medio de la estrategia de matrimonios políticos que finalmente lo alejaron de su fe y de su Di-s y llevaron a la nación, de la cúspide de su gloria monoteísta, a la humillación de su vergüenza pagana, llenando a la propia Jerusalén y sus alrededores, de altares gentiles y de adoraciones onerosas que a la postre atrajeron el juicio de Di-s sobre una nación que no terminaba de comprender la razón profética de su creación y la función escatológica de su destino.


Tres libros de la TANAK son atribuidos a Salomón; el último, Eclesiastés, nos muestra su proceso de arrepentimiento y su restauración espiritual al proclamar sin rodeos que a fin de cuentas lo único que vale es Di-s y sus mandamientos (Eclesiastés 12:13).


Los Profetas

Desde el mismo nacimiento de la nación y más tarde de forma creciente, la profecía y el profeta ocuparon un lugar importante en el desarrollo de la vida nacional hebrea.

Los profetas fueron hombres inspirados, carismáticos, dotados del don de revelación y que actuaron en ocasiones como predicadores ambulantes, en ocasiones como sonsejeros reales y en la mayoría de las veces, como implacables críticos de un sistema que se olvidaba de la Torá y de las responsabilidades del Pacto con Adonai.

Prestos a condenar la injusticia no importando de dónde viniera y a proclamar los juicios más severos contra los violadores de la Alianza, también tuvieron un corazón repleto de ternura para recibir con los brazos abierto a los hijos que regresaban al Di-s de Israel que los había enviado.

Ellos fueron la conciencia espiritual y social de la nación, su alma misma, y sus mensajes, algunos de los cuales escribieron y se preservaron para nosotros en la TANAK, constituyendo la brújula nacional tanto en su expresión social como moral y teológica.


División de la Monarquía

Como habíamos dicho previamente, los últimos años de Salomón ben David se caracterizaron por serias dificultades espirituales que rayaban en la apostasía misma. Así pues, el juicio divino fue anunciado y los profetas se encargaron de proclamar la acción del Di-s de Israel contra lo que había sido denunciado como pecado y violación del Pacto.


No obstante, por amor a David, el Señor propuso el juicio hasta que Salomón llegara al final de sus días.

Esos días se caracterizaron por una profunda depresión no solamente de carácter religioso sino también económico, lo cual trajo una gran inflación y severas tarifas en los impuestos fiscales.

Por supuesto, el descontento popular no se hizo esperar y la llegada al trono de Roboam el heredero, no parecía nada segura, y menos cuando uno de los líderes naturales, recién regresado del exilio, en asamblea constitutiva, exige un programa de recortes presupuestales y de reducción de los impuestos para dar su voto al nuevo monarca.

Todo parecía indicar que habían tasas preferenciales ventajosas para el Sur donde estaban localizadas Judá, la familia real y Jerusalén la capital, e impuestos más altos para el Norte, que eran mayoría étnica.

Después de algunos días de deliberaciones, las decisiones de Roboam y su gabinete no solamente defraudaron las esperanzas del pueblo sino que además las desafiaron lo cual provocó una ruptura política que llevó la nación al borde mismo de una guerra civil y, a no ser la intervención divino, habría traído consecuencias totalmente imprevisibles para supervivencia.

En todo caso, la otrora gran unidad militar, política y religiosa que había dado cohesión y nacionalidad a los israelitas bajo sus primeros tres reyes, y que por los últimos varios años venía resquebrajándose, en un momento histórico único concluyó con la división más aguda jamás experimentada por Israel en todas sus memorias.

Diez tribus se separaron de Judá y de la Casa de David y solamente una, la de Benyamim, permaneció leal al trono davídico. Era el año 930 a.M. e Israel durmió esa noche convertido en dos naciones: El Reino del Sur y el Reino del Norte y nunca más se han vuelto a reunificar de nuevo como al principio.

El Reino del Norte, también conocido como Casa de Israel, situó su capital en Samaria, mientras el Reino del Sur, la Casa de Judá, continuó con su capital Jerusalén.

Los israelitas del Norte continuaron separados por espacio de unos 200 años y tuvieron en su trono a 19 reyes, mientras los israelitas del Sur, también con 19 monarcas, perduraron en su territorio por unos 350 años.

Mientras esto sucedía en Eretz Israel, en el campo internacional las potencias de Asiria y Babilonia comenzaban a erguirse. La primera destruyó el reino norteño y envió al exilio mundial, después de varias invasiones, a los israelitas de Samaria que quedó bajo el control asirio a partir del 725 a.M.

La segunda destruyó el reino sureño y envió al exilio babilónico, después de dos invasiones, a los israelitas de Judá quienes vieron con sus propios ojos como su gran capital, Jerusalén era destruida, quemada y reducida a escombros. Era el año 586 a.M.


El Exilio Asirio 725 a.M.

Este fue el Primer Exilio de Israel. Como vimos previamente, los asirios despojaron a los israelitas del Norte de su tierra y los que no fueron esparcidos hacia todos los puntos cardinales del mundo, fueron llevados a Asiria y obligados a casarse con asirios mientras que los asirios traídos a Samaria, emparentaron con los norteños que allí quedaban.

De esta manera, la Casa de Israel desapareció fisicamente de la tierra y el mensaje de los profetas se cumplió palabra por palabra, haciendo del Israel del Norte una verdadera "torta no volteada"11 zarandeada entre "todos los pueblos"12 como testimonio del juicio de Di-s sobre una nación que no se arrepintió de sus pecados, ni de sus fornicaciones, ni de su paganismo, ni de sus desobediencias.

Este exilio marcó el comienzo de la diáspora hebrea, en este caso iniciada por los israelitas norteños también conocidos como Casa de Israel.


El Exilio Babilónico 725 - 516 a.M.

Por su parte, la Casa de Judá que sobrevivió a la caída de Samaria, también fue destruida, pero por los babilonios quienes finalmente llevaron cautivo lo mejor del pueblo a partir del 586 a.M., es decir, unos 140 años después del exilio asirio. Las causas, sin embargo, fueron prácticamente las mismas: abandono de los caminos del Señor, desobediencia a la Torá y la aceptación de la idolatría.

Como podemos apreciar, éste de Babilonia, fue el Segundo Exilio de Israel; sin embargo, debido a su naturaleza, es decir, localizados geográficamente en un sólo punto cardinal y debido también a las condiciones impuestas que permitieron a los israelitas de Judá convivir unidos, las expectativas del regreso y la añoranza por Jerusalén, sumando al mensaje de esperanza de los profetas del exilio, mantuvo latente no solamente la identidad hebrea de los hijos de Judá que había sido perdida por los hijos de Israel en el Norte, pero también la idea del regreso.

Sus poetas lo expresaron muy bien cuando junto a los ríos de Babilonia exclamaban cada tarde:


Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos,
y aún llorábamos, acordándonos de Sión.
Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas.
Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que catásemos,
Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo:
Cantadnos algunos de los cánticos de Sión.
¿Cómo cantaremos cántico de Adonai en tierra de extraños?
Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra si destreza.
Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare;
Si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.

Salmo 137:1-6

Mientras los israelitas del Norte perdieron su sentido de nación y su identidad hebrea y quedaban esparcidos y aislados entre todas las naciones de la tierra, los del Sur pudieron mantener su identidad israelita y comenzaron a desarrollar su fe y su teología en las nuevas condiciones impuestas, sin Templo, sin sacrificios y sin tierra.

Como este segundo exilio estuvo conformado por lo que conocemos como la Casa de Judá, el exilio babilónico fue la cuna de lo que después conoceremos con el nombre oficial de Judaísmo.

Al mismo tiempo, la desaparición del Reino del Norte dejó solamente la tierra al del Sur, conocida geográficamente como Judá, y este hecho dio el nombre oficial a los que vendrían a ser, por un largo e indefinido tiempo, los representantes de toda la nación: los judíos.

Los judíos pues, esto es los israelitas del Sur, produjeron en Babilonia la identidad, la teología y la liturgia suficientes como para garantizar no solamente la supervivencia de la nación de Israel que ahora existía en ellos, pero también las bases ideológicas que mantuvieron vivas sus esperanzas nacionales y sus estructuras religiosas de tal manera que aquellas esperanzas pudieran de nuevo echar los cimientos de un regreso digno, sin las manchas de la idolatría y la desobediencia a la Torá.

La destrucción de Samaria primero, su exilio mundial posterior y la destrucción después de Jesrusalén y el Templo y el exilio babilónico que le siguió, se conocen en nuestra nación como la Historia del Primer Templo.


EL SEGUNDO TEMPLO

La gesta de nuestra nación, fraccionada en dos a partir de la división del reino en el 930 a.M., continúa su curso unilateral por medio de la supervivencia de los israelitas de Judá, es decir, los judíos.

Esta historia entra en un nuevo período después de su regreso del exilio babilónico a partir del 538 a.M. que permitió la construcción del Segundo Templo que da nombre precisamente a este nuevo período.

Con la desaparición del imperio babilónico en manos de los medos, Ciro el persa, nuevo monarca mundial, autoriza el regreso de los judíos a Eretz Israel.

Aproximadamente 50,000 lo hicieron de inmediato bajo la dirección de un heredero al trono de David, Zorobabel. La mayoría, sin embargo, establecida en Babilonia y gozando de libertades económicas y religiosas, prefirieron la seguridad que ofrecía el imperio a los riesgos de la reconstrucción nacional y por lo menos en este primer regreso, quedaron en el exilio.

Una generación después, otra ola de exiliados sureños regresa bajo el liderazgo de Esdras, el "escriba versado en la Torah" quién, uniéndose a la previamente establecida con Zorobabel, retoma los destinos de la nación de Israel y la representa debido a la ausencia de sus hermanos los israelitas norteños de los cuales nunca más se ha tenido noticia histórica precisa.

El establecimiento pues de ambos retornos en Eretz Israel marca la consolidación de las conquistas del primer grupo y bajo el amparo de nuestro Di-s por medio de la monarquía medo-persa, con el templo reconstruido sobre las ruinas del primero, una teocracia profética asumió la dirección nacional de la nación que comienza a tomar de nuevo su conciencia nacional y su unidad religiosa guiados por la Gran Asamblea y los profetas posteriores que le dieron sentido al pueblo, al frente de los cuales destacan hombres como Nehemías, Esdras, Hageo, Zacarías y Malaquías, entre otros.

Jerusalén ha resucitado, también el Templo, pero no la independencia nacional absoluta y los judíos sienten sobre sus hombros la necesidad e consolidar las esperanzas proféticas y las ansias mesiánicas que habían venido desarrollándose a lo largo de todos esos difíciles años a partir de la monarquía dividida.

Al paso del tiempo, los medo-persas fueron sustituidos por los griegos quienes controlaron el área por medio de los seléucidas (333-140 a.M.).

El Imperio Griego, que produjo la cultura helenista, a la muerte de Alejandro Magno se dividió en cuatro grandes secciones, dos de las cuales fueron las más importantes: los Ptolomeos al Sur y los Seléucidas al Norte.

Los últimos controlaron la tierra de los judíos, pero no a los judíos de la tierra, así que intentaron conquistarnos el corazón por la asimilación primero y por la imposición militar después.

En efecto, Antíoco Epífanes, el general sirio, ordenó la prohibición del Shabat y el resto de las festividades, profanó el Templo e impuso un sistema de adoración y un estilo de vida pagano que provocó la rebelión de los judíos a partir del año 166 a.M.

Dirigidos por Matatías de la familia Hasmonea, descendientes de Leví y más tarde por su hijo Judas el Macabeo, los judíos finalmente echaron a los sirios de la tierra, purificaron el Templo y restauraron la cultura hebrea (164 a.M.) en toda la nación. La fiesta de Hanukkah o Dedicación marca ese momento histórico.


Notas:

1 --> Esdras 7:6

2 --> Desde el punto de vista teológico, existe la diferencia entre "historia" e "histórico". (En inglés esto viene dado por los conceptos "Story" y "History", en alemán "Geschichte" y en francés "Histoire"). Desde el punto de vista de esta obra, cuando hablamos de Historia Sagrada en referencia a Israel, estamos pensando en algo más que en la simple exposición de eventos que tuvieron lugar (Historia); se trata de la interveción directa de Di-s en esos eventos y en la manera sobrenatural e inspirada cómo fueron preservados y comunicados a las generaciones posteriores (Historia Sagrada). Para una discusión más profunda del tema, sugerimos al lector la obra Will Herberg, "fasith Enacted as History: Essays in Biblical Theology", Filadelfia, Wesr-minster, 1976, especialmente a partir de la página 132 dónde el autor trata con cinco significados específicos del término.

3 --> Romanos 4:21
4 --> Exodo (Shemot) 19:1-6
5 --> Exodo (Shemot) 19:1

6 --> El Término hebreo Torah significa literalmente "instrucción" o "enseñanza" cuyo enfoque está en la manera como un hijo de Israel debe vivir y andar delante de Di-s. Estas instrucciones expresan la voluntad de Di-s para su pueblo y establecen la santidad o separación de lo secular y pecaminoso como el estilo de vida que el Señor desea para aquellos que han sido llamados a ser herederos del Reino. Debido a que se tradujo en la LXX como "nomos", cuando esta palabra griega vino a significar "ley", lo cual da la impresión de algo que oprime o esclaviza. Nada más lejos de la verdad. Torah nunca conlleva la idea de opresión, sino todo lo contrario, de protección y libertad, de seguridad y éxito, de orden y santidad. Por otro lado, el término que tiene diferentes significados, en su sentido primario indica las enseñanzas o instrucciones que YHVH dio a Israel por medio de Moisés conocidos también como Pentateuco. En esta obra, excepto que se indique de otra manera, Torah siempre tendrá como referencia los escritos de Moisés.

7 --> Según la tradición oral, se trataba de dos grandes piedras de zafiro, transparentes y que, a proyectarse en ellas las llamas del Sinaí, parecían de fuego. Considere Deuteronomio 33:2.

8 --> Exodo (Shemot) 31:18-35

9 --> Oseas 7:8

11 --> Amós 9:9

12 --> Esdras 7:6
por jajam Dan Avraham

martes, 17 de noviembre de 2009

ROSH JODESH KISLEV

Shalom a todos

Que este mes hebreo, que ya paso, halla sido de bendiciones para todos, que todo lo que pasamos en el, sea negativo o positivo, allá sido para edificar nuestras vidas, y que en este Rosh Jodesh, en este nuevo mes de Kislev que se inicia, este lleno de Brajot, fuerza y nuevos desafíos delante de ADONAI, y poner nuestras vidas como sacrificio, y ofrenda a través de Mashiaj Yahshua, para hacer su voluntad.
amen

Atte

Moreh Yosef
MINISTERIO BEITH YOSEF
Kehila Netzari E.M.Y.
hoy en la tarde, miercoles 18 de Noviembre 2009, es 1 de Kislev del 5770

jueves, 12 de noviembre de 2009

DISCIPULADO


NUESTRA VIDA COMO TALMIDIM DE YAHSHÙA



DISCIPULADO;


Texto: Mateo 28: 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, sumérjanlos en mi nombre (de Yahshua) 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Paréntesis del autor).

Como discípulo de Yahshúa, debemos entender primero que dentro del judaísmo, cuando uno es discípulo de algún Maestro, se mira como una relación de Padre a hijo, pues el discípulo o Talmid pasa a ser hijo de este. Así que nosotros pasamos a ser hijos del Padre de Yahshúa a través de él, pues las enseñanzas provienen del Padre. Yahshúa enseñó todo sobre el, y su misión como Mashíaj es enseñarnos a obedecer y volvernos a la Torah. El, Yahshúa provenía de él (Elohim), y es su representante. Además Yahshúa es la Torah viviente, y sus enseñanzas sobre la Torah deben estar por sobre cualquier doctrina, enseñanza, interpretación o compresión humana de la palabra de Yah., sobre todo libro e interpretación de las mismas, y en sentido general sobre la vida.

Si Yahshúa es nuestro gran maestro en Torah, Debemos reflejar sus enseñanzas en nuestras vidas, seguir su ejemplo de vida, como él es luz, nosotros también debemos serlo, de la forma que él caminó, así debemos caminar nosotros, pues a eso él nos llamo, para ser sus Talmidim (discípulos, representantes).
1.- YAHSHUA NO VINO A ABOLIR LA TORAH
El Mashíaj en el libro de Matityahu, nos enseña que la palabra de su Padre, es decir la revelación de la Torah, están vigentes para obedecerla, y esto no ha cambiado, cita:
Mateo 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley (anular la Torah) o los profetas (Tanak); no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley (Torah), hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamada en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Yahshúa nuestro Maestro sé sometió a la Torah, predicaba con hechos, integridad y autoridad al pueblo;
Mateo 7: 12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. (Torah y Neviim = Tanak).
2.- CELEBRO LAS FIESTAS DE ISRAEL:
Iojanán (Juan) 2: 23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la Pascua (Pésaj), muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.
Lucas 22: 1Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. (Pesaj y Jag ha Matzot).

Lucas 22: 14Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. 15Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!

Juan 7: 14 Mas a la mitad de la fiesta subió Yahshúa al Templo, y enseñaba. 15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? 16 Yahshúa les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. (Sukot: Fiesta de los tabernáculos o cabañas).

Juan 7: 37 En el último y gran día de la fiesta, Yahshúa se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. (Hoshanah Rabah).


3.- YAHSHUA VIVIO CONFORME A LAS COSTUMBRES DE SU PUEBLO

Guardo la Mizvah (mandamiento) de shabat y el congregarse en el.

Lucas 4: 16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de shabat entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Yeshayahu (Isaías); y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Adon está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Adón. 20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Mateo 4: 23 Y recorrió Yahshúa toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Mateo 13: 54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?

Marcos 1: 39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.

Esto quiere decir que Yahshúa estaba en las sinagogas en Shabat. Como cada Yehudi (judío), primero por que lo obedecía como tal, y porque en el se congregaba, así poder enseñar y exhortar la Torah en medio de su Pueblo.


4.- ACEPTO LAS BUENAS TRADICIONES DE SU PUEBLO


Iojanán (Juan) 10: 22 Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación (Januka). Era invierno, 23 y Yahshúa andaba en el templo por el pórtico de Salomón.

Esta fiesta tradicional, era la celebración de la victoria de los judíos (Yehudim) sobre la opresión griega.

El Judaísmo de Yahshúa :

Basado en el Amor;

Mateo 22: 37 Yahshúa le dijo: Amarás a Adonai tu Elohim con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (Tanak).

Mateo 5: 43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo (su halajá, guía, interpretación): Amad a vuestros enemigos, bendice a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre (YAHWEH) que está en los cielos.................... 48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Aquí vemos una clara referencia al amor, aunque aquí el amor es a un prójimo, y que en su sentido literal o peshat se puede referir a cualquier persona de su pueblo, pero si profundizamos mas en la Torah, esto se refiere a cualquier persona en particular, o en un sentido más amplio a cualquier individuo de las naciones. Vemos en las escrituras (Torah: ) que Elohim dio a través de Moshe rabenu las Mitzvot, e instrucciones sobre cómo tratar a los extranjeros que vivían entre nosotros y todo basado en el amor y el respeto, el cual es parte de la Torah. Cosa que la tradición no toma mucho en cuenta, excepto algunas ramas menos ortodoxas del judaísmo.
5. Una vida de entrega y sacrificio:

Mateo 4: 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

Mateo 17: 21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
Marcos 6: 46 Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar.
Lucas 6: 12 En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Elohim.
Lucas 9: 29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moshe y Eliyahu;

Devarim 6: 4 Oye, Israel: Adonai nuestro Elohim, Yah uno es. 5 Y amarás a YAH tu Elohim de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tu puerta.

Tehilim (Salmos) 92:1 Bueno es alabarte, oh Adonay, Y cantar salmos a tu nombre, Oh Altísimo; 2 Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche,


Yahshúa cumplía esta Mitzvah, que es la principal según nos enseñó él, amar a Elohim, y al prójimo como a uno mismo, él llevaba la Torah, hablaba de ella en el camino, y a donde fuera, a cada instante, la tenia en su corazón, cada día, cada mañana, cada noche, la Torah estaba en sus labios, como una forma de búsqueda, de alabanzas a su Padre Yahweh.

Hemos conocido a través del Brit Jadashá, algo de los aspectos del judaísmo de la época de Mashiaj Yahshúa , sabiendo que habían muchas escuelas de enseñanza de Torah en ese tiempo, y entre las mas conocidas y respetadas por su amor al goyin, de donde salió un gran sabio como Gamaliel, es la de Hillel, y la mas extrema la de Shamay, habiendo escuelas o Yeshivas de interpretación como la de los Saduceos, clase aristocrática a la cual pertenecían los Sacerdotes, y otras como la de los Fariseos, y Esenios, pero luego hubo otra que fue naciendo y creciendo rápidamente, ella tenia las enseñanzas de Rabenu Yahshúa ha Mashiaj, con un apego total a la Torah, a su verdadera y correcta interpretación de las escrituras, y las festividades, por la sobra profética que reflejaba Yahshúa. Ellos son los NETZARIM.

Vemos también que Iojanan (Juan) el bautista también tenia sus discípulos, y muchos de ellos fueron luego discípulos de Mashiaj.

Juan 1: 35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 36 Y mirando a Yahshúa que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Elohim. 37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Yahshua.
Lucas 7: 18 Los discípulos de Juan (Iojanan ha Matvil) le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos.
Lucas 11: 1 Aconteció que estaba Yahshúa orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Maestro, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
Aquí vemos como sus discípulos le piden a Yahshúa que les enseñe a orar, no por que no sabían, pues algunos habían sido discípulos de Juan, era por que cada maestro establecía algunas formas dentro del judaísmo dependiendo de las escuelas que lo predominaban, pero la fuente de Yahshúa era el amor y la Torah, pues enseño a sus discipulos que no ayunaran y oraran como los Fariseos. Pues su judaísmo era hipócrita, altanero, egoísta, poco integro, ético y sin amor, que había tomado las tradiciones de hombres por sobre la Torah de YAH.
Juan 8: 31 Dijo entonces Yahshúa a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Juan 10: 7 Volvió, pues, Yahshúa a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

A.- ¿Cómo quiere andar Ud.?
B.- A quién quiere seguir, de quién quiere ser discípulo.
C.- A qué yeshivah quiere pertenecer.
D.- A qué Maestro quiere dar a conocer a través de sus enseñanzas.
E.- Qué tipo de Judaísmo quiere seguir.
F.- Quiere seguir la tradición de hombres, o la Torah de YAH En Mashíaj.


1 Iojanan (Juan) 2: 5 pero el que guarda su palabra (de Yahshúa), en éste verdaderamente el amor de Elohim se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
Teniendo en cuenta toda esta evidencia, y por el amor, y celo que debemos tener por la Torah de YAH a través de Yahshúa, que nos ha dado, entonces entenderemos que esto es el camino correcto a seguir, y así demostrar que somos sus discípulos, siguiendo la Torah, sus enseñanzas, y caminado como el anduvo..



Atte.



Moreh Yosef Azeved